Columnistas

Casi listos para salir al escenario electoral

Novedades Chetumal
.

Es tiempo de esperar las llamadas a escena para cubrir las expectativas electorales legislativas federales, ayuntamientos y presidenciales, da trabajo pensarlo pero es en pro de una solución para garantizar el éxito en taquilla, sólo así se le dará el aplauso a quien lo merezca.

En Quintana Roo sin inquina de vencidos ni malquerencia de vencedores, estrellas e histriones de los partidos políticos se alistan en ristra para actuar en el escenario bajo luces multicolores con conformidades y disconformidades que tienden a reconstruirse y a destruirse, ya que se enfrentarán al futuro con el pasado y el presente, con el de al lado y el de enfrente.

En la aldea del PRD las tribus están inmersas en la idealización del ayer, en la realidad de hoy, así como en la invención del ahora para gestarse el mañana, porque se les truncó abruptamente el futuro en la cima de sus ilusiones, donde se haga lo que se haga, ya no podrá ser lo mismo del ayer.

Alrededor de la fogata de la aldea perredista, ujieres y bravos danzan al son de los tambores de guerra: Julián Ricalde y Emiliano Ramos, uno renegando del otro, buscando la joya de la corona, Cancún, cabecera del bailío BJ. O una curul en San Lázaro o un escaño en el Senado. Si es que no se les aparece Pocahontas, un par de guerreras aguerridas y traviesas: Marybel Villegas Canché y Luz María Beristain Navarrete.

Los paniaguados del sacrosanto PAN, con el pontífice local, Juan Carlos Pallares Bueno al frente del amasijo local, con héroes cubiertos por la gloria del pasado, están dispuestos a enarbolar banderas de los que pretenden ejercer el poder, la que tienen la ondean confirmando con orgullo que es de ellos, que propiamente no es suya.

El liderazgo no tiene nada que ver con el control de los demás, sino para persuadir un objetivo personal sin tener que apelar al sacrificio de los otros. De ese jaez, azas, el diputado de la panadería local, Eduardo Martínez Arcila, anhela el sillón del Palacio de la Tulum. O un boleto al tren de San Lázaro, o al Senado. O mejor quedarse sentado en su curul a esperar que le caiga del cielo azul una pluri.

De la hornada del PAN, varias figuras están saliendo a cielo abierto para promoverse bajo el intenso calor, verbigracia, Fernando Zelaya Espinoza y Mayuli Latifa Martínez Simón, así juntitos los dos por el sillón de OPB que dejará Luis Torres Llanes, quien junto con Alicia Ricalde Magaña va por el escaño en el Senado o una curul en San Lázaro, una por cada lado. Del sur y norte del Estado.

Abre Morena sus puertas

Por tanto colorido que luzca Morena, no es lo más suficiente, lo crucial es el escenario político dividido en tres definidos colores, del perredismo, del priismo y del color de los que lleguen a su lado de otros “ismos”, para la conformación de un frente amplio opositor contra la máquina tricolor que aún no se ha desrielado.

Muchos piensan que priismo y perredismo, al pasarse al “morenismo”, es lo mismo. No para los genuinos priistas ni para los ujieres perredistas. Los ahora “morenistas” son traidores a la primigenia del PRI y tránsfugas del PRD que ahora están infiltrados en Morena.

El delegado con funciones de presidente de Morena en Quintana Roo, José Luis Pech Várguez, admitió que los priistas “Chanito” Toledo y Gabriel Mendicuti (sin definirse) y el hoy ex priista, Eduardo Ovando, se han acercado a Morena en busca de sumarse a las filas, sin filias. El Dr. Pech reconoció que sostuvo reuniones preliminares de afiliación con los mencionados.

La máquina tricolor no se ha desrielado

El escenario está servido para abrir la discusión al respecto ya que, incluso, desde figuras vinculadas al priismo local han surgido señalamientos y condenas hacia los liderazgos y a las fuerzas tricolores en el Estado debido a las derrotas en los pasados comicios electorales.

Más allá, hay una estricta decisión emanada en esta tierra tropical, específicamente ciudadana, en la construcción de la alternancia en el poder gubernamental la cual se le cedió a Carlos Joaquín, con el PAN y PRD a la hora de emitir el voto que también puso límites inequívocos a las potestades de los organismos del Estado.

Las actuaciones inadecuadas y excesivas, agregaron mayor presión para darle paso a la alternancia que hoy hay en la entidad quintanarroense, porque generó un rechazo a una serie de políticas equivocadas que condujeron al Estado por un rumbo torcido con numerosos desatinos.

A la larga ristra de penares y pesares que soportan los correligionarios del PRI, hay que sumar dos datos no menores, como ya es peculiar difundir por radio bemba, la hilada de militantes que no han abandonado la primigenia tricolor. Y el pásele con Morena por favor.

Se oyó el ruido que inusitadamente se provocó al escuchar que el senador priista Félix González Canto, podría estar pensando contender por una diputación federal por el distrito de Chetumal o de Playa del Carmen por el PRI, lo que puso a pensar a más de tres de los demás partidos que anhelan una curul en San Lázaro.

Ya se comienza a alisar el camino al 2018, a saber, el de los que un día de estos van a poner orden en la palestra tricolor, si le toca el liderazgo a Gabriel Mendicuti Loría, quien se visualiza va de fórmula para el Senado con José Luis “Chanito Toledo, sin dejar de considerar a la combatiente priista, Cora Amalia Castilla Madrid, quien está en activo como delegada del Issste.

Es tal la esperanza que está aún cifrada en los uniformes tricolores, aunque algunos de ellos hayan sido hasta ahora los malos de la película. Pero, al destacar los antes mencionados, que bien se han cuidado del zigzagueo de la guadaña de la justicia, indica que hay esperanza que la máquina no se ha desrielado.

Hay militantes priistas muy disgustados y decepcionados. Ese accionar puso en estado de shock hasta al mismo dirigente King, quien está padeciendo el síndrome de ecolalia –resonancia de eco de mea culpa– advirtiendo a Morena que aún le quedan tricolores para incluirlos en la hilada de redes a cargo de un ex priista plenipotenciario.

En Morena comienzan a estructurarse con los rebeldes amarillos, rojos y de otros colores variopintos, con redes a enhebrar y con hilos a coserse con dedal tricolor. Más es lo que no se ve que lo que se ve. Las fuerzas de Morena se visten juntas con el mismo ropaje. Habrá discrepancias porque estarán investidos con ropaje multicolor, no son genuinos de Morena. Discordia segura, se augura.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba