Notas

Convocatoria SNI 2021, en la dirección correcta

Visión Intercultural

Francisco J. Rosado May
fjrmay@hotmail.com

“Tengo entendido que usted, profesora, es integrante del Sistema Nacional de Investigadores”; la felicito. ¿Podría compartir con nosotros los retos que tuvo para ingresar y los que tiene para permanecer en el SNI? La pregunta la hizo uno de los integrantes del comité de pares que evalúa la calidad de un programa educativo (carrera) de una Institución de Educación Superior (IES) ubicada en una comunidad rural, una IES pequeña.

La pregunta tomó con sorpresa a la profesora. Después de unos segundos dijo “no fue fácil ingresar y veo bastante difícil mantenerme en el sistema”.

Las condiciones que tiene su institución como la falta de buenos laboratorios, sin posgrados, sin visión de consolidación de la investigación, solo le han permitido dirigir tesis de licenciatura y publicar los resultados de su tesis doctoral y algún otro trabajo que a duras penas ha hecho donde trabaja.

Tiene el primer nivel en el SNI; considera imposible llegar a ser Investigadora Nacional Nivel I o II, porque necesitaría dar cursos y dirigir tesis en posgrado, al menos maestría. Y eso no está en sus manos, está en la institución.

¿Es justo que un profesor/a que trabajó fuerte para alcanzar un doctorado, que tiene capacidad para contribuir a la solución de grandes retos nacionales a través de investigación y formación de futuros investigadores de alto nivel, no pueda desarrollar su potencial y beneficiar a la sociedad? ¿Tampoco lograr los beneficios del SNI? La respuesta es un rotundo no.

Algo debe hacerse. Actualmente ya no es raro encontrar profesores con doctorado, integrantes del SNI, trabajando en pequeñas instituciones públicas en zonas rurales, marginadas, contribuyendo a elevar la calidad educativa tan necesaria e indispensable no solo para esas zonas sino para el país.

La distribución del presupuesto para educación, y las condiciones del contexto donde se desarrollan las IES son dos factores clave que explican la diferencia de calidad entre ellas y entre sus académicos, incluyendo la posibilidad de ingresar o no al SNI. La preocupación de la profesora entrevistada se atiende en una gran parte a partir de la convocatoria 2021 de dicho sistema de investigadores en México.

Por ejemplo, dependiendo del área, para alcanzar el nivel I no es obligatorio dar cursos o dirigir tesis en posgrado.

No es obligatorio publicar en revistas reconocidas por el CONACyT, pero sí es obligatorio que la publicación haya tenido revisión y aval de pares académicos.

También se entiende que las investigaciones publicadas no tienen que ser de frontera (lo que sea que ello signifique) sino que puede ser sobre problemáticas locales, pero con la calidad y rigurosidad necesarias. En otras palabras, la convocatoria 2021 del SNI, es un paso en la dirección correcta, ayuda a muchos académicos que tiene México como el ejemplo de la entrevista; contribuye a eliminar elementos ocultos de discriminación.

Pero solo es un paso, faltan más. No solo debe consolidarse el paso dado, sino que hay que empujar la formación de posgrados interinstitucionales que permitan aprovechar a los doctores en IES pequeñas para que su impacto no solo sea a nivel licenciatura, se trata de aprovechar ese gran potencial para los estados y país.

Para ello se tiene que contar con directivos con mejor formación. Académicos de alto nivel deberían estar trabajando con directivos también de alto nivel, combinando experiencia con formación; cualquier otra combinación no es recomendable, es perder-perder.

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