Golpe de Mazo
Novedades Chetumal
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Sin saber que pudieran estar incurriendo en una ilegalidad, usuarios de la popular red social Facebook están utilizando esta plataforma en Chetumal para exhibir a otros ciudadanos por supuestos robos, fraudes, abusos de confianza y hasta deudas mínimas, haciendo del dominio público conflictos que por su origen son estrictamente personales.
Quienes utilizan este tipo de estrategias para acusar a alguna persona generalmente publican la información con imágenes y fotografías en los grupos más concurridos de esta red social, generando morbo y viralizando la información en poco tiempo.
En la capital, este tipo de prácticas que según algunos juristas pudieran catalogarse dentro del delito de daño moral, se han vuelto comunes en los grupos “Mercabook”, que tiene 31 mil 619 miembros, y “Mercabook Chetumal”, con 19 mil 633 miembros.
Cabe señalar que estos grupos en la red social fueron creados específicamente para promocionar ventas de artículos nuevos y usados, sin embargo de un tiempo a la fecha se ha convertido en la plataforma ideal para ventilar asuntos privados.
Ha habido de todo: señalamientos de acoso sexual, vendedores acusados de fraude, deudores exhibidos por sus acreedores por cifras que van de los 300 a los mil pesos, además de que también se ha utilizado para criticar de manera despiadada a algunos comercios de la localidad con el afán de dañar su imagen.
Tan solo este domingo dos ciudadanas chetumaleñas fueron exhibidas en estos grupos, en el primer caso por no pagar un préstamo adquirido con un amigo de manera personal por la cantidad de 800 pesos, y en el segundo caso por una supuesta deuda en la compra de productos de bisutería.
Lo grave del caso es que quienes publican la información no acuden a las instancias judiciales correspondientes porque generalmente no cuentan con los elementos legales que respalden sus querellas, por lo que lanzan estas “advertencias” a la población utilizando nombre y apellido, además de fotografías, de las personas a las que acusan o señalan despiadadamente, en un ajuste de cuentas con entrada libre.
Y es que según el artículo 1916 del Código Civil Federal incurre en el delito de daño moral aquel que “comunique a una o más personas la imputación que se hace a otra persona física o moral, de un hecho cierto o falso, determinado o indeterminado, que pueda causarle deshonra, descredito, perjuicio, o exponerlo al desprecio de alguien”, y también “al que ofenda el honor, ataque la vida privada o la imagen propia de una persona”.
Las redes sociales son terreno fértil para el delito de daño moral, y muchos de los que acusan y señalan desconocen que, de ser denunciados, podrían ser sujetos a fuertes multas por concepto de reparación de daños.
En efecto considero que muchas de las personas que acueden a la internet y sus mecanismos como las redes sociales desconocen el problema jurídico en que se pueden invlocrados ya que esa situación no sólo está sucediendo en la página que le periodista comenta, sino también en el espacio denominado SOY PLAYENSE, donde hay sujetos que están utilizando ese espacio para difamar y afectar la reputación moral de otras personas, olvidándose que existe el DAÑO MORAL, y que por ende estarán sujetos a las consecuencias que la demanda de o los afectados esté generando en su futuro cercano.
Urge socialmente difundir una cutlura del uso de las redes sociales con responsabilidad y no cmo foro para dirimir asuntos que en los juzgados se pierden por falta de pruebas.
Es muy importante que los responsabales de éstos espacios revisen los que sus usuarios están subiendo, ya que también ellos se ven afectados por estas acciones, pues pueden resultar corresponsables en el adño mora y sufrir las consecuencias de su falta de control, seguimiento y respeto al marco jurídico mexicano, como incluso la cancelación por orden judicial de dichos espacios