Descuidos costosos en la Cojudeq

Tiro Libre

Anwar Moguel
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Lejos parecen haber quedado las promesas del ex alcalde de Tulum y ahora titular de la Comisión para la Juventud y el Deporte de Quintana Roo (Cojudeq), Martín Cobos Villalobos, que a unos meses de haber asumido el puesto presumió que estaba aplicando estrategias “agresivas” para mejorar el trabajo de la dependencia, y que los resultados se verían reflejados pronto.

Y si, los resultados se reflejaron pero en sentido contrario, porque en la última Olimpiada Nacional realizada el pasado mes de junio por primera vez Quintana Roo quedó fuera de los diez primeros lugares del medallero, luego de haber permanecido en esa lista de excelencia desde el 2011 hasta el 2013.

Como buen político, con concha dura y escaso nivel de autocrítica, seguramente Martín Cobos culpa a la mala fortuna o a una incorrecta alineación de los astros de esta situación, pero el hecho es que fue bajo su gestión donde el deporte quintanarroense dio un paso atrás.

Lo cierto es que a Martín le ha faltado poner sus prioridades en orden, ya que parece más cómodo pasando su tiempo en eventos de corte cuasi-proselitista como el reciente festival cultural urbano que realizó junto con la diputada local Arlet Mólgora, mientras que su propia casa está en el abandono.

Pues sí, mientras el responsable del deporte se codea con los políticos de moda en eventos con baño de pueblo incluido, las instalaciones de la unidad deportiva bicentenario en Chetumal lucen un descuido inaceptable, ya que allí se ubican las oficinas centrales de la Cojudeq.

Por ejemplo, el pasto de la cancha de futbol no ha sido cortado, por lo que el campo se ve cubierto con maleza exponiendo a los deportistas que la utilizan a un accidente, y en general la unida completa  necesita una manita de gato urgente.

A nadie sorprende que Martín Villalobos ni cuenta se haya dado de las malas condiciones en que se encuentra su casa, pues a decir de la misma gente de la Cojudeq el funcionario poco pisa sus oficinas en Chetumal, ya que prefiere el ambiente más cosmopolita de Cancún y Playa del Carmen, donde pasa la mayor parte del tiempo.

Sin embargo el ex alcalde convertido en funcionario deportivo sigue actuando con petulancia y ha declarado a algunos medios que para el 2015 Quintana Roo retornará al “Top 10” nacional, en una apuesta bien riesgosa, ya que no se ve ningún trabajo de fondo para fortalecer el deporte, sino más de lo mismo.

Si está tan seguro de su trabajo debería acompañar su promesa de una consecuencia en caso de no cumplir: “si no logro que Quintana Roo regrese a los primeros lugares en 2015, renunció y dejo mi lugar a alguien mejor”. Esa sería una promesa a tomarse en serio ¿Te atreves Martín?