Isla Mujeres, 9 Nov
(Por esto Q Roo).
Conmociona a la sociedad isleña la ejecución de un taxista con todas las trazas de un ajuste de cuentas, quien recibió al menos dos impactos de bala supuestamente de la persona que llevaba como copiloto mientras se encontraba a bordo de la unidad que manejaba, aunque otras versiones señalan que el sicario lo esperaba en el paso peatonal del Centro de Desarrollo Infantil (Cendi) de la colonia La Gloria, hechos suscitados cerca de las siete de la noche.
Se presume que la ejecución pudiera estar relacionada con la narcomanta que apareció hace menos de un mes, en la que se amenazaba acabar con los tiradores de droga independientes, aunque según conocidos del infortunado taxista, éste no se dedicaba a la venta de estupefacientes.
Esta es la primera ejecución que se registra en Isla Mujeres desde hace al menos seis años, cuando dos jóvenes mujeres relacionadas con el narcotráfico fueron degolladas en uno de los cuartos del hotel San Jorge, hechos que también conmocionaron a la pacífica localidad, poco acostumbrada a este tipo de sucesos.
Con esta ejecución crece la incertidumbre entre los habitantes de una isla que presumía la más absoluta tranquilidad y que ha dado los primeros pasos para sumarse a la inseguridad y desorden que prevalecen en la zona norte de Quintana Roo y más específicamente en Cancún y Playa del Carmen.
Y es que de unos meses a la fecha han aumentado los robos a comercios y viviendas, desaparecen vehículos que después se encuentran tirados y desvalijados, los asaltos se multiplican y ahora también los isleños enfrentan el fantasma de las ejecuciones y ajustes de cuentas.
Al parecer fue el pasajero del taxi con número económico 35, manejado por el hoy occiso Ismael C.T, de 31 años de edad, quien presumiblemente disparó al operador del volante, aunque otras versiones apuntan a que el asesino esperaba al chafirete en el paso peatonal, y al verlo intentó darse a la fuga en reversa.
El chofer quedó semirecostado en el asiento, mientras que su atacante se dio a la fuga, sin ser identificado.
Los hechos se suscitaron sobre la prolongación de la avenida Jesús Martínez Ross, muy cerca del Cendi, y según versiones recabadas en el lugar, al llegar al paso peatonal de la guardería, el taxista se detuvo en seco para meter reversa de inmediato, como si quisiera realizar una maniobra para esquivar un arma apuntándole directamente.
Sin embargo, no logró evitar que la persona que viajaba en el asiento del copiloto le disparase al menos dos veces, una en el cuello, que en definitiva fue la que le ocasionó la muerte.
Una vez consumada la ejecución, el homicida salió corriendo del carro y dejó abierta la puerta del copiloto, para perderse presumiblemente por el malecón de la Salina Grande, aunque otras versiones apuntan a que corrió rumbo al mar Caribe.
Otra versión apunta a que alguien esperaba a Ismael C.T, a la altura del paso peatonal y al percatarse el taxista de su presencia intentó dar marcha atrás para escapar, siendo alcanzado por el desconocido, que le disparó a través de la ventanilla para después escapar, versión que no resulta descabellada si se tiene en cuenta el ángulo del disparo que alcanzó la parte izquierda del cuello.
Curiosamente ninguno de los testigos pudo proporcionar a los elementos de Seguridad Pública ni de la Policía Ministerial Acreditable la mínima descripción del agresor, ni señas físicas, ni vestimenta, lo que dificulta seriamente las labores de investigación.
Minutos después de reportarse el homicidio arribó la ambulancia de la Cruz Roja pero los paramédicos encontraron al taxista ya sin signos vitales, por lo que Seguridad Pública acordonó el área para evitar el ingreso de los curiosos que se amontonaban cerca de la línea amarilla que se colocó en toda la zona, pese a que el taxi había quedado en el carril del andador, separado por un amplio camellón del otro lado de la carretera.