Tiro Libre
Anwar Moguel
Novedades Chetumal
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La guerra de los sexos en la política mexicana está más vigente que nunca debido al interminable tema de la “paridad de género”, asunto que se ha convertido en un dogma legal a favor de las mujeres, que gracias a los avances –así les dicen– en la materia tienen garantizadas el 50 por ciento de las candidaturas en los partidos y por ende los espacios políticos.
En lo personal, considero que dichos avances no son tales puesto que los partidos políticos son obligados por la ley a generar esta falsa paridad, mientras que a nivel social la brecha entre hombres y mujeres sigue siendo enorme. La verdadera paridad llegará cuando como sociedad mexicana se hayan eliminado las barreras psicológicas del machismo propiciando de manera natural que las féminas ocupen posiciones políticas, sociales o empresariales gracias a sus capacidades y talentos.
Sin embargo, el tema está en boga y cobró relevancia nuevamente el pasado martes cuando se votó en el Congreso local la reforma a la ley electoral de Quintana Roo, que incluyó entre sus principales puntos una nueva reglamentación a favor de las mujeres que entrará en vigor de inmediato, y que se reflejará en el proceso electoral de 2016.
En la legislación aprobada se establece que los partidos deberán otorgar el 50 por ciento de las candidaturas a diputaciones locales y de los espacios en las planillas para los Ayuntamientos, lo que a todas luces son buenas noticias para el género femenino.
Pero el punto causó polémica entre algunas diputadas del mismo PRI y los opositores de siempre que pretendían impulsar la mencionada paridad horizontal, que no es otra cosa más que la repartición “mita y mita” de las candidaturas de presidencias municipales, con motivaciones muy diferentes.
Y es que mientras algunas mujeres como la diputada Maritza Medina Díaz defienden el tema por intereses de género, los legisladores de oposición se subieron al tren de la paridad horizontal con el único fin de provocar un desbarajuste en los planes del PRI para las elecciones de 2016.
El todavía líder del Congreso local, Pedro Flota Alcocer, se ocupó de poner los puntos sobre las íes en el asunto y advirtió en su intervención que “no hay nada que enturbie más la vida política que los histerismos y el uso escénico de la coyuntura para traer agua hacia el molino propio”.
El diputado sentenció en tribuna que la legislación local aprobada les “da la certeza y la seguridad a las mujeres quintanarroenses de que tendrán el 50 por ciento de la participación en las candidaturas de todas las elecciones y el espacio necesario para que puedan seguir su desarrollo”, por lo que la paridad queda garantizada.
“Lo demás son simples protagonismos”. Coincido.