Chetumal, 8 septiembre
El profesor José Joel Loeza Gasca, reconocido maestro de la Universidad de Quintana Roo, aclaró la penosa situación en la que se vio involucrado el pasado fin de semana y en el que se le acusó de cometer actos inmorales en la vía pública, y afirmó que en ningún momento cometió tal irresponsabilidad, puesto que sólo estaba ingiriendo bebidas embriagantes, tan es así que el juez calificador lo dejó en libertad con una sanción mínima, ya que no se le comprobó que hubiera perpetrado la infracción que se le señaló.
El profesor enfatizó que el viernes efectivamente estaba ingiriendo bebidas embriagantes en su vehículo con una mujer, cuando elementos de la Policía Municipal Preventiva en motocicleta rodearon la unidad y le pidieron que descendiera de la misma, lo cual hizo sin ningún problema.
Comentó que los gendarmes empezaron a revisar el vehículo y descubrieron los envases de cerveza, lo cual no negó, puesto que sí estaba ingiriendo bebidas embriagantes, al igual que lo estaban haciendo otras personas en otros vehículos que se encontraban estacionados en la zona, que es muy céntrica, a la altura del llamado primer estacionamiento del Boulevard Bahía.
Señaló que los oficiales le informaron que tendrían que llevárselos detenidos por estar ingiriendo bebidas embriagantes, sin embargo, esto fue refutado por el estudiado sujeto, a quien los oficiales le comentaron que había una manera de “solucionar las cosas”.
Entendiendo que los oficiales querían “una mochada”, el profesor aseguró que se negó, precisamente porque casi no traía efectivo, por lo que los oficiales pidieron por radio una patrulla pesada para que trasladaran a los inculpados. La patrulla acudió de inmediato y fue con la presencia de más policías que se enteraron que los policías que lo inspeccionaron los estaban acusando de actos inmorales.
“Yo no niego que estábamos tomando cerveza y por eso me puedo hacer responsable, pero nosotros nos enteramos que según nos encontraron teniendo relaciones sexuales cuando llegaron las demás patrullas. Cuando los policías llegaron ni nos dimos cuenta porque estábamos metidos en la plática, nos bajamos en cuanto nos dijeron y sinceramente no teníamos miedo, porque pensamos que sólo nos iban a pedir que nos moviéramos de ahí. Yo ya pasé la edad de la calentura como para estar exhibiéndome ahí, donde había mucha gente y en donde es una zona céntrica. El problema aquí es que están perjudicando severamente mi imagen y hasta podría repercutir en mi trabajo”, comentó.
El entrevistado mencionó que cuando ellos fueron interceptados por los gendarmes estaban únicamente tomando cerveza, porque es ilógico que alguien esté teniendo relaciones sexuales con vestimenta, ya que los gendarmes son muy específicos al afirmar que estaban en pleno coito.
“Es ilógico, nosotros nos bajamos en cuanto nos dijeron, ni siquiera teníamos la ropa movida o que nos estuviéramos acomodando, aquí la cuestión es que me pidieron dinero y no tenía para darles. Yo, como te digo, no quiero evadir mi responsabilidad de tomar en esa zona, pero tampoco es justo que sólo por un rumor o por un capricho me estén metiendo en problemas”, finalizó.
Julián Marquez (Diario de Quintana Roo)
