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Andan sueltos más de 80 internos del tutelar de Chetumal

Chetumal, 2 de febrero (Quequi)

Todo sucedió en un período de seis meses: Más de ochenta menores –algunos con antecedentes de homicidios, violaciones, robos a mano armada y hasta involucrados con el narcotráfico- salieron libres del Centro de Ejecución de Medidas para Adolescentes gracias a un amparo.

El reclusorio para menores –mayores de 12 y menores de 18 años- luce desolado para su capacidad de 120 detenidos; actualmente alberga a poco más de 15 adolescentes, quienes permanecen allí esperanzados en lograr el mismo amparo que dejó libres a más de 80 de sus ex compañeros.

De acuerdo a una fuente consultada, un abogado detectó un error de procedimiento (el Tribunal Unitario para Adolescentes incumplió el plazo para audiencias), lo que permitió que lograra obtener el amparo un grupo de detenidos.

La noticia llegó a oídos de los demás litigantes y, uno a uno, los jóvenes comenzaron a salir; en poco menos de medio año el reclusorio quedó como oficina en día feriado.

-¿Dónde están los jóvenes?- consultó un abogado que tuvo acceso al lugar.

-Son todos los que ves- contestó uno de los responsables que dejó estupefacto al visitante.

 “Es lamentable que haya sucedido esto”, reclamó extraoficialmente una alta autoridad a este medio. “Algunos ya son delincuentes de escuela y se fueron muertos de la risa”, enfatizó mientras pedía anonimato

“Por favor, yo no te dije nada”, finalizó con el rostro desencajado.

CENTRO FANTASMA

El amplio espacio que ahora está casi vacío requirió de una inversión global de poco más de 23 millones de pesos, entre infraestructura, siete vehículos y personal. Tiene una capacidad para 120 jóvenes dado que cuenta con 24 dormitorios, talleres, aulas, enfermería, asistencia psicológica, comedor y cocina.

Para resguardo de los ingresantes cuentan con 17 custodios; que en las condiciones actuales sería casi uno para cada interno; “marca personal”, se podría decir, en términos de futbol.

Según el artículo 23, inciso XIII de la nueva Ley de Justicia para Adolescentes del Estado de Quintana Roo, los jueces de ejecución deben: “evaluar cada tres meses las medidas definitivas de internamiento, pudiendo ordenar su modificación por otra medida más benévola de la misma naturaleza”.

Los jueces de control para Adolescentes estarán adscritos al Tribunal Unitario para Adolescentes, y de acuerdo al organigrama del Tribunal de Justicia, es Isidoro Castro Arrieta el magistrado unitario para adolescentes.

Después de esta notable disminución en el centro de reclusión, los focos rojos están encendidos en la Procuraduría y Policía Estatal y Preventiva: tienen a casi un centenar de menores con antecedentes violentos libres y con el camino del amparo a la vista.

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