Bacalar, 18 de mayo
Juan Juárez Mauss
Ha transcurrido más de un mes y medio desde que autoridades de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y de la Procuraduría General de Justicia del Estado recibieron la denuncia de los familiares del menor de edad que fue amarrado a un “diablito” por parte de trabajadores del minisúper “Willys” en Bacalar y hasta el momento no se ha definido a algún responsable por este hecho ni se ha sancionado al comercio por ocupar mano de obra infantil.
Prácticamente estas dos instancias de gobierno han dejado mucho que desear en su actuación de este caso que conmocionó a la sociedad del sur del estado, hecho reportado el día 4 de abril a través de redes sociales y que luego de darse a conocer, familiares interpusieron una denuncia en contra de presuntos responsables.
Los padres del menor denunciaron penalmente al gerente de la tienda, Emérito Contreras, y al abarrotero Sergio Aniceto Cámara, por abuso y maltrato. En la versión de los padres ante el agente del ministerio público de Bacalar, su hijo llegaba con frecuencia al hogar con golpes y moretones, además de que acusaron a los dos empleados del negocio de exigirle diariamente 50 pesos para permitirle laborar como empacador, al igual que a otros niños.
Si en la Procuraduría General de Justicia del Estado no se tiene ningún avance del caso las cosas no parecen mejorar en la dirección de Trabajo y Previsión Social, ya que funcionarios de esta oficina señalan que los responsables de Súper “Willys” aportaron pruebas a su favor de que el menor nunca laboró oficialmente en el comercio, a pesar de que el gerente de la tienda, Emérito Contreras, y al abarrotero Sergio Aniceto Cámara, le exigían diariamente 50 pesos para permitirle trabajar como empacador.
Todo parece indicar que se quiere dar el clásico “carpetazo” a este indignante caso del “cerillito” del minisúper Willys de Bacalar, confiadas las autoridades de que el pueblo no tiene memoria.