¿“Chanito” para el PRI?

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Novedades Chetumal
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El PRI se revuelca en un canal de inmundicias, y su desprestigio aumenta con cada descarga de escándalos por su desastroso balance en la gubernatura y gran parte de las presidencias municipales, incluido su ingrato papel en la pasada legislatura que fue controlada por el PRI. Por ello el obligado relevo de su dirigente estatal, Raymundo King de la Rosa, ocurrirá en el peor de los mundos posibles para este partido cuyas figuras más visibles y polémicas no alcanzan a comprender que son la nueva oposición.

Nacido en el poder, el PRI siempre tuvo como jefe máximo al gobernante en turno, de ahí que desde el 25 de septiembre -cuando concluyó el gobierno de Roberto Borge– este partido no tenga dedo índice que envíe las instrucciones, ya que por la fuerza de la costumbre el presidente estatal del Tricolor fue un mando sometido.

Quienes descalifican al diputado federal José Luis “Chanito” Toledo Medina por haber sido alfil del ex gobernador Roberto Borge tienen un enfoque erróneo, ya que Borge no tiene una pizca de energía para manipular a control remoto a este priista que en la lucha por la candidatura reina fue derrotado en cerrada final por Mauricio Góngora Escalante, el gallo del ex gobernador y senador Félix González Canto.

“Chanito” Toledo cuenta con muchas ventajas para ser el nuevo líder del PRI, ya que tiene en sus manos una diputación federal que le garantiza capacidad de maniobra para desplazarse sin andar de limosnero, tomando la iniciativa en su curul.

A diferencia de Mauricio Góngora Escalante y Paul Carrillo de Cáceres –ex alcaldes de Solidaridad y Cancún–, “Chanito” Toledo no tiene cola que le pisen en el manejo del presupuesto, ya que fue Presidente de la Gran Comisión del Congreso.

Lapidado por haber sido “delfín” de Roberto Borge, “Chanito” Toledo será purificado en cuestión de semanas porque es un líder genuino que labró su trayectoria con esfuerzo propio, aprovechando el impulso que le dio su amigo Roberto Borge, y hasta ahí.

Llama la atención que la pasarela de aspirantes al mando priista incluya a la impopular Cecilia Loría Marín, derrotada cuando quiso ser diputada local en 2005 por un capricho del gobernador Joaquín Hendricks, quien ahora la lanza al ruedo con todas las apuestas en contra.