¿Cuál es el costo para los quintanarroenses?

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En reciente evento chusco de nuestro Quintana Roo, en el denominado “XI Festival de Tradiciones de Vida y Muerte de Xcaret”, hubo de todo, también la presencia de Rafael Moreno Valle, según su propia propaganda, por cierto ya suspendida por el mismo INE, “el nuevo presidenciable”. El mandatario poblano invierte tiempo, dinero y esfuerzo, cuya finalidad es posicionarlo ante la ciudadanía de cara a los comicios federales del 2018. Concluye su periodo como gobernador de Puebla el 31 de enero de 2017.

Desconocemos quien le extendió la invitación. Quizá no sea necesario encontrarlo, conocerlo, pero esa presencia del gobernante y aspirante por la candidatura panista Moreno Valle, para la competencia electoral presidencial de 2018, sólo nos trae a la memoria la similar invitación de EPN a Donald Trump, con todas las diferencias suscritas, inclusive en su dimensión, pero las discrepancias naturales no quitan la posibilidad de los mismos efectos negativos. Todos los quintanarroenses desconocíamos de su presencia en un evento tradicional dentro de nuestra cultura peninsular y nacional. ¡Tampoco es para rasgarse las vestiduras!

¿Cuáles son los propósitos de estas actividades constitutivas de una promoción personalizada del mandatario poblano? ¿Qué papel desempeña el gobernante quintanarroense con este tipo de promocionales que vulneran la normatividad electoral? ¿Cuáles pudieran ser las consecuencias para él y los quintanarroenses? Quizá las acciones políticas electorales no sean el principal incentivo o tentación para asomar por nuestra tierra, pues la cantidad de votos, en el contexto nacional, apenas figura en los alrededores del uno por ciento, un porcentaje relativamente muy pequeño para la búsqueda de su promoción por Quintana Roo.

Sin embargo, habría que dimensionar la hipótesis de una probable contribución de carácter económica, en ese perfil financiero pudiera tener una mejor participación Quintana Roo, como aliado del gobernante en turno. Para el aspirante a la contienda interna de su partido, Acción Nacional, le resulta de mayor valía un tributo de las arcas del erario que la posible aportación en términos de rentabilidad política, por la pequeñez ciudadana de Quintana Roo. El gobernante poblano no ha equivocado sus alianzas y sus inversiones políticas y económicas, estas pueden serle más redituables para el financiamiento de su precampaña.

Ya, a pocos sorprende que, en la reciente la campaña electoral llegó a Quintana Roo diversos insumos promocionales y para los votantes desde el estado de Puebla, pero no sólo eso, así tuvieron presencia también asesores en estrategia política y activismo, asumieron la rectoría del operativo proselitista, coordinados todos ellos por el ex presidente municipal de Puebla, Luis Paredes Moctezuma, y Fernando Manzanilla Prieto, éste último cuñado del gobernador poblano, Rafael Moreno Valle. Y los costos fueron parte del financiamiento de esa campaña. ¿Ahora viene la compensación?

¿Por qué sumarse a la exposición de las supuestas virtudes de un aspirante de las filas panistas y poner en riesgo el principio de equidad en la contienda? Este personaje de la angelópolis, no trae una estela de claridades y valores dentro de su trayectoria política, independientemente de los promocionales de su desempeño, también asoma información relativa a cuestiones de corrupción en el manejo de los recursos y del endeudamiento para los poblanos, como bien testifica el Doctor en Finanzas, Eudoxio Morales Flores, en una nota del Heraldo de Puebla: ¡143 mil millones!, “gasto personal” de Moreno Valle. En esa nota destacan, como: “*El Gobernador derrocha 3 millones de pesos diarios. *De un presupuesto de 518 mil millones, sólo destinó a inversión pública 22 mil 500 millones. Y la manera cómo *El mandatario hipoteca a Puebla con 150 mil millones a pagar en los próximos 50 años –hasta 2067-”.

En ese torrente mediático en la que se ha hundido la imagen del gobernador poblano, entre sus plumas y las liberales, sobresalen las adversas de prestigiados periodistas, entre ellas nos encontramos con una de Raymundo Riva Palacio, titulada El Gobernador en la cual describe las cualidades del personaje, sus debilidades y fortalezas, desde las políticas hasta las personales, consigna la prepotencia y su natural autoritarismo, una radiografía de lo que podría marcar su futuro político. Cita textual: “Francisco Fraile, uno de los panistas que más cuadros ha formado en Puebla en los últimos lustros, uno de los pocos que se han atrevido a criticar el autoritarismo de Moreno Valle, dijo en una entrevista el año pasado: “Su forma de gobernar (está) en la concepción antigua de que el poder se tiene para ejercerlo, para que se sienta fuerza, para que se sienta temor, para que se sienta miedo, para que se tenga tranquilo a todo mundo”.

Pero retornando al ejemplo de los invitados incomodos e innecesarios. De aquella absurda como aberrante visita, dos meses después, de producir tremenda indignación nacional en México, por la invitación al candidato republicano Donald Trump a Los Pinos, Peña Nieto reconoció que fue una decisión apresurada y muy polémica. Pero esto de poco o nada sirve para la mayoría de mexicanos que consideran la visita de Trump como una humillación al pueblo y quizás el peor error del mandatario. ¿Qué puede pasar a Quintana Roo por servir de tribuna y escenario promocional para un aspirante panista? ¿Y la equidad en la precampaña para esa contienda interna de los panistas?

De nuevo, ayer “el Instituto Nacional Electoral (INE), ordenó, otra vez, retirar propaganda de la revista Líderes mexicanos alusiva al gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, transmitida en radio y alguna otra que se difunda en televisión o en cualquier otro medio”. Con todas estas agravantes legales por la promoción de la figura de este gobernante poblano, muchos quintanarroenses nos preguntamos sobre los posibles riesgos político electorales y sobre todo los de utilidad financiera para impulsar a otro comediante de las corruptelas de nuestro país. ¿Vale la pena correr todos esos riesgos? ¿Valdrá empeñar en otra osadía patrimonio de los quintanarroenses?

PD.- “Los caprichos pueden ser perdonados, pero es un crimen despertar una pasión duradera para satisfacer un capricho”. André Maurois (1885-1967), seudónimo de Émile Salomon Wilhelm Herzog, novelista y ensayista francés.

PD.- Ahora los niños y maestras de preescolar en el Colegio Cumbres son distraídos por dos guaruras, quienes acompañan al hijo de Manuel Alamilla Ceballos, hasta dentro del aula. ¡Peor que en el sexenio de los abusos!

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