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Una dolorosa lección con la Vizcaya

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Novedades Chetumal
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Lo que ocurre en la clausurada Universidad Vizcaya de Chetumal es una dolorosa lección para todos, comenzando por las autoridades educativas que no olfatearon a tiempo la pestilente instalación de una casa de estudios cuya única especialidad fue defraudar a los confiados alumnos cuyas pérdidas van más allá de lo monetario, ya que fueron tasajeados sus sueños y esperanzas.

vizcaya28De nada sirve que la somnolienta Secretaría de Educación y Cultura (SEYC) haya colocado ayer unos sellos de clausura en las instalaciones de esa fallida Universidad que fue instalada a la orilla de la bahía de Chetumal, consumando un atraco a cientos de estudiantes damnificados.

Es destacable la declaración del titular de la Comisión de Derechos Humanos del Estado, Harley Sosa Guillén, quien sostuvo que “este tipo de casos debe ser un llamado de atención para que las autoridades correspondientes verifiquen a tiempo si las instituciones educativas de nivel superior de carácter privado cumplen con lo que le ofrecen a los estudiantes, y así evitar que éstos sean víctimas de fraude”. 

El jalón de orejas va dirigido a los relejados burócratas de la SEyC, quienes cuentan con elementos de sobra para desarrollar sus actividades para prevenir este tipo de afectaciones tan dañinas como absurdas. Y supongo que cobra como representante de la Secretaría de Educación Pública (SEP) o delegado un sujeto cuyo nombre no tengo a la mano, aunque esto es lo de menos porque es un fantasma que ni siquiera espanta. 

El Ombudsman estatal dijo que fue emitida una medida precautoria y cautelar a favor de estos jóvenes para que sea garantizado su derecho a la educación. 

En cambio, vaya que indigna la pasividad de los diputados que integran la comisión de Educación, Ciencia y Tecnología, pese a que al menos dos profesores la integran: Emilio Jiménez Ancona y Maritza Medina Díaz.

Lamentablemente la mayor parte de las comisiones del Congreso local están de adorno, ya que el trabajo de los diputados vaya que brilla, pero por su ausencia.

Y en el caso de la Universidad Vizcaya estamos ante un fraude colosal que ha exhibido la ineptitud de muchos burócratas que dormitan en sus confortables oficinas, sin detectar actos infames de mercaderes de la educación que se van por la libre.

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