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El viacrucis del derechohabiente del ISSSTE

CHETUMAL, 27 de enero
ESPECIAL

No obstante las horas que se pierden en la clínica del ISSSTE en Chetumal haciendo cualquier cantidad de trámites para que aprueben algún examen médico o traslado hasta otro hospital por la carencia de especialistas, el calvario del derechohabiente del ISSSTE empieza desde el momento en que quiere hacer una cita médica a través de internet y aunque las autoridades se ufanan que mediante este sistema es más cómodo y rápido, sencillamente no sirve.

Si los derechohabientes acuden al CLIDDA de Chetumal en busca de apoyo, dicen que no tienen autorización para hacer desde ahí sus citas médicas y sí, ya adivinó usted, le piden que lo haga por internet o que al día siguiente regrese desde las cuatro o cinco de la mañana para que le den la mentada cita que ya se va volviendo una obsesión.

La página web para hacer las citas por internet lleva semanas sin servir y lo cierto es que no se vislumbra que las cosas vayan a cambiar, pero mientras eso ocurre, al trabajador se le descuenta quincenalmente su aportación al ISSSTE, ahí no hay tardanza de ningún tipo.

No hay salida, el paciente tiene que tragarse su coraje al ver cómo lo pelotean de un lado para otro sin que nadie sea capaz de orientarlo bien. Incluso en el número telefónico 01 800 sin costo que se puede utilizar para agendar una cita, la respuesta es la misma: acuda a su clínica y haga cola durante tres o cuatro horas en la madrugada para que lo atiendan.

Mientras esto ocurre de manera sistemática, al grado de que ha llegado el caso que el paciente prefiere gastar el poco dinero que tiene e ir mejor con un doctor particular, resulta que carecen del equipo elemental para practicarse un ultrasonido, resonancia magnética o tomografía, teniendo que subrogar ese servicio a una clínica privada, eso si bien le va al derechohabiente.

Otro problema es que muchos de los empleados de la clínica en Chetumal están en calidad de plantas, no mueven un solo dedo mientras que a sus compañeros que sí trabajan se les carga la chamba injustamente, causando inconformidades que frecuentemente traspasan las paredes del hospital y lleguen a oídos de la ciudadanía.

Mucha atención deberá tener el delegado en Quintana Roo para poner orden primero en la clínica, donde a veces, para que le pongan un simple sello a algún documento hay que perseguir al encargado que con recelo lo resguarda como si fuera su mayor tesoro; en el área administrativa hay ciertos empleados que tratan a las personas con poca cortesía, olvidándose que su salario lo pagan los derechohabientes, y de forma recurrente suceden errores en las instrucciones para la realización de los trámites.

Es entendible que haya momentos en que la gran cantidad de pacientes que acuden a la clínica rebase la capacidad de los empleados para hacer un mejor trabajo; sin embargo, si todos los empleados trabajaran y no se hicieran de la vista gorda, las cosas sin duda mejorarían. Sería bueno que la autoridad se acerque más al hospital, donde ocurren irregularidades casi todos los días.

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