Novedades Chetumal
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El asesinato en el DF de cuatro mujeres y del fotoperiodista de Proceso y la agencia Cuarto Oscuro, Rubén Espinosa Becerril, causa mucho dolor en un país que se ha acostumbrado a la violencia, resignándose a ella porque la esperanza se ha derretido hasta colocarnos en los dominios del desaliento.
Aunque la múltiple ejecución mete en aprietos al gobernador veracruzano Javier Duarte de Ochoa, debemos aguardar un trabajo riguroso y altamente certero de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, donde no es habitual el homicidio de periodistas. En cambio, Veracruz es zona de barbarie por la caída de 13 periodistas, incluido Rubén, quien había abandonado ese estado temiendo por su vida.
La investigación debe culminar con la captura de los asesinos materiales, primer paso para localizar al autor intelectual, sea quien sea. Porque todo apunta a una maquinación alentada por un ser perverso y con muchos recursos a la mano, aunque me sorprendería que un gobernador llegue a tanto, cubriendo las manos de sangre al arrebatar la vida a cuatro mujeres.
A nivel local, este lunes el Congreso de Quintana Roo aprobó por abrumadora mayoría la Ley de Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas del Estado de Quintana Roo, que a mi juicio es un avance significativo que debe ser evaluado y aprovechado por todos los periodistas de casa.
Lo positivo fue la incorporación de las propuestas más valiosas de los compañeros que participaron en los tres foros efectuados en Cancún y Chetumal.
Me llamó la atención el respaldo que dio a esta ley el diputado Jorge Aguilar Osorio, quien recientemente renunció al PRD. Destaca su defensa de la iniciativa porque no tuvo contemplaciones al analizar punto por punto el documento, particularmente en sus capítulos más cuestionados.
El aval del diputado panista Sergio Bolio Rosado es también muy importante, ya que forma parte de la segunda bancada más numerosa y representa a un partido que se identifica muy bien con la defensa de los derechos humanos.
Claro que el voto en contra del diputado Hernán Villatoro Barrios fue la nota llamativa, en un proceso que culminó y deja una enorme tarea de análisis a todos los periodistas.
