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Fraude impune

CHETUMAL, 15 de abril.-

Después de desaparecer su sucursal en Chetumal, la financiera “Crecicuentas”, también llamada “Hagamos Más”, consumó el mayor robo gestado hacia usuarios financieros en toda la Península de Yucatán, llevándose tan solo en Quintana Roo más de 113 millones de pesos en ahorros de las víctimas, y sin que hasta la fecha se haya podido resolver uno solo de estos casos, informó la presidenta de El Barzón Quintana Roo, Patricia Palma Olvera.

Como se recordará, desde diciembre del 2013 las oficinas de esta financiera “patito”, ubicadas en la avenida Héroes número 439, entre calle Isla Cancún y Laguna de Bacalar, cerraron sus puertas sin previo aviso.

En su momento, encargados de la sucursal informaron a sus usuarios que reanudarían labores a partir del primero de enero del año en curso; sin embargo, con el pasar de los meses, el edificio ha quedado en total abandono, sin que se vea intención alguna de reabrirlo, ya que incluso en los espejos de la fachada existen grafitis dejados por las pandillas de la colonia.

Dicha situación formó parte de un millonario fraude gestado por la financiera fantasma, que tenía sucursales en diferentes municipios de la península de Yucatán, Campeche y Quintana Roo, las cuales desde febrero del 2013 fueron desapareciendo una por una, quedando con vida únicamente la de Chetumal, pero dando señales de que en cualquier momento haría lo mismo que las demás, robándose con ello el ahorro de miles de usuarios afectados.

La presidenta de El Barzón Quintana Roo, Patricia Palma Olvera, informó que tan solo en Quintana Roo han recibido más de mil quejas de personas que fueron timadas por esta dañina compañía, misma que se llevó un botín que asciende a más de 113 millones de pesos en el Estado.

“Cuando recién habían huido de la Entidad, cometiendo con su desaparición un megafraude en donde robaron a miles de usuarios que tenían ahí sus ahorros, tuvimos bastantes quejas de José María Morelos y Carrillo Puerto, así como Kantunilkín y Cancún, que fueron los lugares donde recibimos el mayor número de quejas de esta naturaleza”, comentó.

Palma Olvera indicó que cuando los abogados de El Barzón empiezan con las investigaciones correspondientes, se dan cuenta de que la gente afectada tenían muy pocas armas para poder rescatar sus ahorros y, a poco más de un año de lo sucedido, añadió que las investigaciones no han avanzado, debido a que la fraudulenta financiera desapareció sin dejar rastro, gracias a una Ley y una autoridad demasiado débil para poder actuar contra este tipo de delitos.

“Estamos investigando quién le dio la formalidad jurídica a esta empresa que se asienta y de la nada se desvanece, sin regulación ni control alguno; y la autoridad, de brazos cruzados, simplemente no ha podido hacer nada. Es necesaria una regulación a fondo de casas de préstamo, empeño e instituciones financieras, porque con lo que ha pasado nos damos cuenta de la facilidad con la que pueden cometer tan cuantioso robo y gozar de una tremenda impunidad”, expresó.

Muchas de las víctimas, dijo Palma Olvera, tenían ahorros de toda la vida, los cuales llegaban a ser de más de 300 mil pesos e incluso había hasta los que superaban el millón de pesos, debido a que eran personas tanto de comunidades urbanas y rurales, que habían iniciado sus ahorros desde que la empresa se asienta en Quintana Roo, lo cual se presume fue desde los años 90.
Pero también hubo afectados que tenían ahorros de entre los 20 mil y 100 mil pesos, e incluso aquellos con pequeños ahorros de entre 5 mil y 20 mil pesos, quienes también sufrieron de este descarado robo por parte de la dañina financiera.

“Desgraciadamente no hay forma alguna de encontrar a los responsables, y las autoridades correspondientes no ayudan mucho que digamos, por lo que hasta ahora no hay ningún caso de estos que se haya podido resolver; sin embargo, seguimos con las investigaciones y esperamos lograr algo en beneficio de las víctimas”, concluyó la entrevistada.

Como se recordará, cientos de indígenas mayas, productores agropecuarios y familiares de migrantes, denunciaron el 27 de febrero del 2013, un fraude por unos 100 millones de pesos atribuidos a una empresa denominada “Crecicuentas” o “Hagamos más”.

Las víctimas hasta el momento desconocen el destino de sus ahorros y cuenta de inversión, fondos los cuales van de los 20 mil pesos hasta un millón de pesos.

La mayor parte de los afectados por esta sociedad financiera pertenecen a los municipios de Oxkutzcab, Ticul, Tekax y Mérida, todos de Yucatán.

Esta empresa, que cambió repentinamente de razón social en ese mismo mes, captaba en la zona recursos del público mediante la celebración de operaciones de depósito, préstamo, crédito, mutuo o cualquier otra operación que implicara la obligación de devolver el importe de dichos recursos.

Lo que sucedió en Yucatán no fue un caso aislado, ya que se repitió no solo en todas las sucursales de aquel Estado; sino que también se reportó en los estados de Campeche y Quintana Roo, cerrando en este último, sus sucursales en la ciudad de Felipe Carrillo Puerto, y a finales del 2013, su sucursal en Chetumal.

En enero del 2013, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores dio a conocer una lista de 55 entidades sin autorización para captar recursos, sobre las cuales la propia CNBV emitió alertas, a fin de proteger el patrimonio de la población.

Entre esas empresas se encontraba justamente Crédito Más, S.A. de C.V., que se ostenta como “Crecicuentas”; dicha empresa pese a no contar con los permisos, pudo captar en lo que antes eran sus más de 10 sucursales distribuidas en Yucatán, Quintana Roo, Tampico y Campeche, recursos del público mediante la celebración de operaciones de depósito, préstamo, crédito, mutuo o cualquier otra operación que implicó la obligación de devolver el importe de dichos recursos.

En el Estado de Quintana Roo, más específicamente en el municipio de José María Morelos, en la ciudad de Felipe Carrillo Puerto, se reportó que la sucursal timó a cientos de ahorradores, cambiando a su personal de la noche a la mañana, desapareciendo registros de cuentas en sus sistemas de cómputo o de plano reportando como saldadas varias cuentas con sus clientes.

Ahora, con la reciente desaparición de la sucursal en Chetumal de esta malsana financiera, se ha consumado el mayor robo a usuarios financieros en la península de Yucatán, y dejando con ello una afectación de más de mil personas tan solo en Quintana Roo.

El Barzón Quintana Roo informa que empresas como “Crecicuentas” o “Hagamos más”, que han cometido escandalosos fraudes en contra de ahorradores, operan gracias a un vacío legal, ya que no hay instancia que las regule, fiscalice o las meta en orden.

Fuente: Gabriel E. Manzanilla (Por Esto! Quintana Roo)

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