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Hasta luego, PT

Golpe de Mazo

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Siempre sí. Ayer el Instituto Nacional Electoral reiteró la pérdida de registro del PT a nivel nacional, tras un estira y afloja legal que, por breves momentos, abrió la puerta de la esperanza al pequeño partido de presunta izquierda para seguir colgado del complaciente erario.

El PT acarició el milagro de su salvación hace dos semanas, cuando una confusa resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación fue interpretada a favor del organismo político que pretendía, a toda costa, conservar su registro nacional.

Pero no lo lograron. De nada sirvieron ni servirán las protestas de sus militantes que se rasgan las vestimentas, declarándose víctimas de una malévola maquinaria política empeñada en borrarlos del mapa, cuando en realidad el propio partido cavó su tumba fomentando liderazgos caciquiles que se enriquecieron enarbolando un falso discurso a favor de la democracia y clase trabajadora.

hernan villatoro 51En Quintana Roo, por ejemplo, el parasitario líder del PT, Hernán Villatoro Barrios, mantuvo el control completo de las prerrogativas estatales y de las posiciones políticas por más de una década, beneficiando en el proceso a familiares y compadres.

Por esa razón el partido nunca ganó credibilidad entre los votantes, ya que las acciones del diputado local Villatoro Barrios siempre fueron contrarias a sus demagogos discursos llenos de ecos del romanticismo de la lucha de clases y la revolución del proletariado.

Su mejor momento lo vivieron en 2012, cuando impulsados por la popularidad del dos veces ex candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, lograron porcentajes de votación muy lejanos a su realidad. Ese fue el caso del ex diputado local y escudero del líder del PT, Mauricio Morales Beiza, quien quedó en el segundo lugar en la contienda por la diputación federal del segundo distrito, pero que en las recientes elecciones de junio pasado fue apaleado, compitiendo por la misma posición.

El PT se extinguió, y poco podrán hacer al respecto. Hernán Villatoro y su clan en Quintana Roo se quedaron desamparados y sin dinero, porque el Instituto Electoral de Quintana Roo (IEQROO) les negó el acceso a sus prerrogativas de julio y agosto, anticipando seguros actos de rapiña.

Y podrán intentar registrarse de nuevo como partido político, pero hasta el 2018, después de las elecciones presidenciales. Mientras tanto tendrán que buscar mantenerse vigentes por tres años con recursos propios, lo que parece imposible.

Ni modo, a trabajar.

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