Con una insubordinación sofocada por el gobernador Joaquín Hendricks Díaz, el Poder Judicial de Quintana Roo siempre ha estado al servicio del gobernante en turno, al igual que el disciplinado Poder Legislativo. Por ello el ascenso de Hayden Cebada Rivas como Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia es parte de la normalidad en suelo caribeño, como en todo el tablero nacional con alguna posible excepción.
La gobernadora electa Mara Lezama decidió que el cetro quedara en manos de Heyden Cebada y dio una fulminante demostración de poder más valiosa en estos tiempos de cambio, porque permite comprobar la firmeza de su mano y vislumbrar un estilo. El mensaje ha sido contundente, haciendo valer esta expresión atribuida a Maquiavelo: “el poder no se comparte, se ejerce”.
Heyden aterrizó como Magistrado el 30 de noviembre de 2021 y su ascenso a la cumbre del Himalaya fue meteórico y aplastante, ya que recibió luz verde de los 12 notables del Poder Judicial –incluyendo su voto– y tomará posesión este 1 de septiembre, para concluir su mandato el 31 de agosto de 2027.
El nuevo mandamás que despachará a un costado del Bar Caribe ha sido titular de la Notaría 62 en Cancún y Síndico con Mara Lezama, a su paso por la presidencia municipal de Cancún.
Es un soldado que estará al servicio de Mara Lezama y no tendrá excusas para desparasitar un Poder Judicial que se ha desplazado en las tinieblas, con insultantes actos de corrupción cometidos por el cozumeleño Fidel Villanueva Rivero, por mencionar al más descarado.
Las tareas de Heyden son enormes y no debe haber margen para dejar pasar los actos de corrupción, más inaceptables en el Palacio donde se imparte justicia. De entrada, tendrá que explorar la entraña para auditar los períodos de los chetumaleños Antonio León Ruiz y Gustavo Adolfo del Rosal Ricalde, quien cubrió un interinato y soñó con ser el ungido.
Una solitaria rebelión ocurrió en el Poder Judicial, cuando el gobernador chetumaleño Joaquín Hendricks Díaz quiso deshacerse de la Magistrada Presidente Lizbeth Loy Song Encalada, impulsando una reforma al Poder Judicial que incluyó la incorporación de más Magistrados para restarle poder a la chetumaleña.
Lizbeth se atrincheró y denunció presiones subidas de tono que incluyeron amenazas y avisos intimidantes a las puertas de su hogar. Pero al final Hendricks se salió con la suya, secundado por el Poder Legislativo coordinado por la priista chetumaleña Rosario Ortiz Yeladaqui.
