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La locura de Fidel Villanueva

Sin Anestesia

El poder y la ambición tienen atarantado al presidente del Tribunal Superior de Justicia de Quintana Roo, Fidel Villanueva Rivero, que ya perdió el piso por completo y está en la búsqueda de aplausos y popularidad política mientras que el Poder Judicial se hunde en un mar de ineficiencia.

Y es que el funcionario de origen cozumeleño escupió en la historia misma de la capital del estado al cambiar, por puro capricho, la sede de su informe anual de actividades a la cosmopolita ciudad de Playa del Carmen.

Porque si bien la Ley Orgánica del Poder Judicial no establece una sede específica, por tradición y respeto a la capital quintanarroense que alberga a los tres poderes, los informes tradicionalmente se realizaban en Chetumal.

Pero, ¿qué le importa el respeto y la historia política al agrandado magistrado presidente? Mostrando su desprecio a la capital llevó a cabo su informe el pasado viernes 28 de agosto en Playa del Carmen, donde acudió solamente lo más selecto de la clase política y empresarial, nada de “proles”.

Se rumora que el joven titular del Tribunal sigue aferrado a su sueño de convertirse en un político de masas y, aunque acaba de ser ratificado como magistrado por seis años más, no pierde la esperanza de convertirse en candidato a presidente municipal de su natal Cozumel, por eso aprovechó el pretexto del Informe para hacer un acto proselitista en un escenario a modo.

Lo más triste del caso es que el descarado insulto a la capital pasó desapercibido entre los políticos chetumaleños, muchos de los cuales viajaron tres horas y media para ir a aplaudir el discurso feliz y maquillado de Villanueva Rivero.

Mientras Fidel alimenta su ego, los pendientes del Poder Judicial se amontonan en el escritorio, entre ellos el urgente tema de la defensa de una franja territorial de más de diez mil kilómetros cuadrados en litigio con Campeche.

El joven magistrado no ha metido las manos en un asunto escabroso donde Campeche ha ganado de todas todas, y los dormilones miembros de lo que queda del Comité Pro Defensa de los Límites Territoriales de Quintana Roo no han dicho ni pío, abandonando la cancha antes del partido.

La implementación de juicios orales presenta serios atrasos y en las evaluaciones nacionales Quintana Roo siempre queda mal parado, con calificaciones reprobatorias.

En las cárceles, cerca del 70 por ciento de los reos no han sido sentenciados, evidenciando un tortuguismo infame de los jueces, que son un reflejo del débil liderazgo de Villanueva Rivero en el Tribunal.

Todo eso es lo de menos, porque lo suyo lo suyo es lucirse en grande y alimentar los sueños de convertirse en alcalde de Cozumel algún día. Total, si no lo logra, con solo trabajar seis años más como magistrado tiene asegurada una jugosa pensión para el resto de sus días.

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