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Novedades Chetumal
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Las mujeres serán las grandes protagonistas en los comicios locales de 2016, cuando serán repartidas las candidaturas a las 10 presidencias municipales y 25 diputaciones, tanto de mayoría relativa como plurinominales. La gubernatura es cosa aparte.
Por Othón P. Blanco destaca la ex diputada federal Lizbeth Gamboa Song, apadrinada por el ex gobernador Félix González Canto y que se ha abierto camino con luz propia, hasta reafirmarse como una retadora de mucho peligro que debe inquietar a cierto presidente de la Gran Comisión del Congreso que se ha marchado con las manos vacías en tres procesos consecutivos.
No olvidemos la buenísima impresión que causó en el líder de su extinta bancada y nuevo dirigente del PRI nacional, Manlio Fabio Beltrones. Son factores que definen, llegado el momento.
Pero la competencia cero abre el abanico al máximo en la capital, por lo que cualquier predicción no tiene bases firmes porque es alimentada por la especulación que incorpora a María Hadad Castillo, talentosa priista habituada a notas de excelencia desde que fue directora del DIF en los tiempos de María Rubio Eulogio.
Las más débiles son Maritza Medina Díaz (diputada local del PRI) y Alondra Herrera Pavón, por su falta de padrinazgos.
Pero en la batalla hay otros tipos de cuidado ¿Qué decir del redituable activísimo Luis Alamilla Villanueva, quien a nivel de colonias y paso a pasito sigue conquistando simpatizantes? Su punto a favor: ser la nueva generación que tanto impulsa el gobernador Roberto Borge.
Una mujer puede ir por Othón P. Blanco porque el PRI es amo indiscutible de la capital. Basta con dar un repaso a todas las elecciones a partir de 1875 para comprobar este poderío, tibiamente amenazado por dos o tres candidatos con más orgullo que ejército.
Pero el PRI no debe estirar tanto la liga porque ha enfrentado una irritación que se manifestó en las urnas el pasado siete de junio, cuando una candidata anónima de Morena cosechó un significativo porcentaje de votos.
Y siempre los procesos en los que está en juego la gubernatura tienen sus características de terremoto, según los argumentos de una oposición que hasta hoy ha estado conforme con su alpiste en jaula dorada.
