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Ni los muertos se salvan: saquean tumbas en Cancún

Cancún, 4 de junio.-

Tumbas, bóvedas y nichos son saqueados en los diversos panteones de Benito Juárez, en lo que se sospechan son acciones que van desde los actos vandálicos, robo y hasta el comercio de osamentas para rituales de santería, satánicos y brujería.

Los ‘amigos de lo ajeno’ se aprovechan de aquellos difuntos que ya fueron olvidados por sus familiares y de aquellos donde las criptas se ven “lujosas”. La costumbre de enterrar a los difuntos con joyería fina ha convertido a los campos santos en lugares codiciados.

Cuidadores de los panteones de ‘Los Olivos’ y ‘Los Álamos’, que solicitaron guardar el anonimato por temor a represalias de quienes ingresan a hurtar a los campos santos, expresaron que los robos se dan al mediodía y en la noche.

“Nos damos cuenta de que entraron a robar cuando vemos tumbas rotas y bóvedas abiertas, especialmente de aquellos difuntos que parecen ya fueron olvidados por los familiares, pues es cuando más uno (el cuidador) se tarda en darse cuenta”, expresó uno de los trabajadores de ‘Los Álamos’.

Aunque el robo de joyería es lo más común en este tipo de saqueo, también se han presentado el robo de osamentas, especialmente cráneos y fémur, altamente cotizados para la santería, especialmente en los últimos años.

Se buscó la versión de las autoridades de la Operadora y Administradora de Bienes Municipales (Opabiem), encargada de supervisar los cementerios municipales en Benito Juárez, pero no pudieron ser localizados.

¿Usados en santería cubana?

A decir del antropólogo Jesús Eduardo Ayora, en la brujería del “palo monte o palo mayombe” de procedencia afrocubana y de raíces del vudú, practicada por los brujos denominados ‘paleros’, es común el uso de pieles y sangre de animales, algunos aceites, aunque en los ritos más fuertes se utilizan también sangre humana, huesos e incluso ceniza.

En los rituales que se practica se tiene la creencia de que se tiene que profanar una tumba, pues se necesita de un espíritu para dañar a otro espíritu. El rito incluye huesos y sangre de animales, casi siempre gallinas, dientes de víboras, quijadas, víceras y dientes del muerto, mismo que todo indica que se busca realizar un pacto.

“El crecimiento de la santería cubana y caribeña en la zona ha generado que también se necesiten los elementos para realizar estos ritos, sin importales el desorden y la alteración de los cementerios”, señaló el antropólogo.

Carlos Matus (La Verdad Noticias)

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