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Novedades Chetumal
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Los descomunales niveles de ignorancia de mandos dañinos del Ayuntamiento capitalino provocan escalofríos y dejan en estado de shock al observador más glacial. No puede ser, pero empleados de la dirección de Servicios Públicos Municipales con cincel y martillo estaban retirando un recubrimiento de pintura color centavo con el que hace algunos meses fue pintado el monumento al General Lázaro Cárdenas, ubicado a unos pasos del Congreso del Estado.
El “clinck, clank” de los empleados municipales en plena labor supuestamente correctiva tenía las dimensiones de un atentado al patrimonio histórico y cultural de una capital que presume este legado, mancillado por trogloditas bien intencionados como Gonzalo Medina Aguilar, nocivo director de Servicios Públicos.
¿A quién se le ocurre dar patente de corso a este ignorante? Porque al estilo de los Picapiedra ha dañado irreversiblemente este monumento tan emblemático que en su inmovilidad de granito perdona el analfabetismo de servidores públicos que son capaces de pintar la zona arqueológica de Oxtankah, si acaso les sobran unos galones.
Imaginemos a este señor como encargado de una dirección equivalente en el Distrito Federal, pintando y atacando con cincel y martillo al monumento a la Diana Cazadora o al Angel de la Independencia. Ya encarrerado, pintaría el monumento a la Revolución y el Castillo de Chapultepec.
El alcalde Eduardo Espinosa Abuxapqui debe intervenir de inmediato para evitar este acto de barbarie, encomendando a este destructor en todo caso que ataque la fallida megaescultura ubicada en la bahía.
Puedo justificar este arrebato de analfabetismo en un mando de la serranía, pero hablamos de un burócrata de la capital del estado que amenaza otros monumentos que tiene en su ruta, como los de Leona Vicario y Javier Rojo Gómez.
Recuerdo que en el trienio del chetumaleño Andrés Ruiz Morcillo un burócrata despistado tuvo la brillante idea de pintarrajear a las figuras colocadas al pie del obelisco, en la explanada a la bandera donde ayer rindió su tercer informe el diputado federal Raymundo King de la Rosa.
La metida de pata fue monumental y el daño irreversible, pero estos burócratas municipales no aprenden y creen que hacen un bien a la humanidad.
