Golpe de Mazo
Novedades Chetumal
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De nada sirvió la solicitud enviada por el ex diputado local del PAN, Mario Rivero Leal, al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de su partido para que consideraran a una mujer del sur del estado para ocupar la posición número ocho en la lista de plurinominales correspondiente a la tercera circunscripción electoral, ya que la nominación de la cancunense Patricia Sánchez Carrillo está más que cocinada.
El argumento que presentó el panista chetumaleño era contundente, exponiendo a la directiva del partido que desde hace 12 años el panismo del sur no ha tenido representación en el Congreso de la Unión, ya que el partido ha favorecido notoriamente a políticos del norte.
Y en ese punto tiene los pelos de la burra en la mano, pues el último legislador federal panista del sur fue el chetumaleño Juan Carlos Pallares Bueno, quien accedió por la vía plurinominal a la diputación en el periodo de 2000 a 2003.
A partir de entonces fueron enviados a la Cámara de Diputados, vía pluri: Francisco López Mena, Irene Blanco Becerra, Addy Joaquín Coldwell, Gustavo Ortega Joaquín y Alicia Ricalde Magaña.
Ahora con la selección de Patricia Sánchez, que ha sido una de las consentidas del panismo local al ser dos veces enviada como diputada local por la vía plurinominal y ahora dando el salto a la diputación federal, serán cinco periodos en los que el sur ha quedado relegado.
El desprecio al sur ha sido una característica común tanto en el PRD como en el PAN, que desde hace años han concentrado todas sus fuerzas en el norte del estado olvidándose de la capital, donde gracias a esa conducta discriminatoria han perdido fuerza y presencia.
Porque en la capital el blanquiazul está tan debilitado que tuvieron que recurrir a una candidatura externa para tratar de alzar el vuelo, eligiendo al ex dirigente empresarial Mahmud Chnaid Novelo como abanderado del PAN para las elecciones del 7 de junio en el segundo distrito.
Con esta estrategia pretenden captar una mayor cantidad de votos, ya que su estructura en la capital es endeble y el voto duro raya en lo ridículo por el minúsculo número de militantes.
Como premio de consolación el partido entregó la suplencia a la diputación federal a la regidora capitalina Mayuli Martínez Simón, quien estuvo peleando por la posición plurinominal que finalmente fue obsequiada a la diputada de los “changuitos y negritos”.
Ni modo, tal vez para la próxima, si es que aún quedan panistas en Chetumal.
