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El retorno de Sara

Tiro Libre

Anwar Moguel
Novedades Chetumal

Tras pasar un buen tiempo en el limbo de la política a causa del estrepitoso fracaso en su anterior encomienda, la cozumeleña Sara Latife Ruiz Chávez regresa al servicio público como la nueva delegada de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en Quintana Roo.

De carácter fuerte y decidido, Sara Latife construyó una carrera sólida en la función pública que la llegó a colocar incluso como la única mujer con posibilidades de competir por la candidatura del PRI a la gubernatura en 2009 y 2010, cuando estaba en el pico de su popularidad.

Antes fue diputada federal, donde cosechó relaciones políticas de altísimo nivel e incluso contendió por la secretaría general del PRI nacional en fórmula con Enrique Jackson, pero no resultaron favorecidos en la votación de los militantes.

Pasó por la Secretaría de Turismo donde se mantuvo con un perfil bajo e hizo un trabajo aceptable, que le dio esa fama de eficiencia, la cual mantuvo después como Secretaria Técnica del gobierno estatal.

Y luego, la desgracia.

En marzo de 2013 Sara Latife Ruiz Chávez fue nombrada titular de Educación en Quintana Roo, un área de enorme complejidad no solo por los retos administrativos que implica, sino por las peculiares características del magisterio.

La cozumeleña arribó a la Secretaría en el peor de los momentos, durante la ríspida aplicación de la nueva reforma educativa, rechazada por el grueso de los trabajadores de la educación.

Acostumbrada a un estilo de liderazgo rígido, la funcionaria intentó imponer su autoridad basándose en las nuevas leyes –que aún no entraba en vigor- y relegando al poderoso SNTE de las funciones administrativas, recuperando de golpe y porrazo la tan cacareada rectoría de la Educación  para el estado.

Pero en el proceso atentó contra los usos y costumbres tan arraigados en el gremio magisterial, lo que la convirtió en el enemigo público número uno de los maestros, que exigieron su cabeza en un movimiento de protesta sin precedentes.

Sara no pudo con el paquete en la SEQ, y su imagen de funcionaria eficiente resultó muy lastimada.

Ahora tiene una nueva oportunidad para redimir parte de sus errores, en una dependencia mucho menos compleja en su manejo interno, pero con enormes retos, pues los ciudadanos esperan una verdadera protección contra los abusos cometidos por gasolineras, gaseras, y empresas paraestatales como la CFE, por mencionar algunas de las más denunciadas.

Y es que la Profeco nunca ha funcionado, en gran parte gracias a la corrupción y a que sus titulares en el estado han preferido nadar de a muertito; Sara tendrá la oportunidad de enmendar el camino y redimir su imagen, pero si falla, el daño será irreversible.

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