La institucionalidad se hace indispensable en Quintana Roo en virtud del deterioro y pérdida de confianza por la separación de los poderes. Más ahora ante la tarea de lograr una profunda reconstrucción para el bienestar y progreso del Estado y para los quintanarroenses.
La visita del presidente AMLO en la capital de Quintana Roo, ciudad de Chetumal, constituye un precedente significativo de alto valor democrático, “en un solo pensamiento y pluralidad”, -como él mismo lo dijo-. Lo que debe ser apreciado en esta era de cambios esenciales.
Un gobierno de unidad nacional se hace indispensable -sin ningún signo ni color- más que trabajar juntos para el progreso en una sola bandera. Así lo asumieron como forma de entendimiento el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, en un compromiso de integración política.
A fin de alcanzar la viabilidad turística en todo el país fue uno de los elementos principales del gobierno de AMLO al asimilar la experiencia de Quintana Roo por su excelencia en la captación de turismo, por ello, el Presidente estableció que la ciudad de Chetumal sea sede de la Secretaría de Turismo, –lo prometido es un hecho-.
En la ocasión de relevantes actos que correspondió al Presidente y al Gobernador presidir por el Día del Lábaro Patrio en la Explanada de la Bandera y en el Centro de Negocios y Convenciones de Chetumal, donde confluyeron anuncios de gran impacto social y turístico para el sur del Estado, la mudanza de la Sectur a la capital de Quintana Roo, el IVA fronterizo a la baja y la re-implementación de la zona libre en Chetumal.
Se desplegó una remembranza del presidente AMLO fluyendo del hombre conocedor de múltiples facetas en el tiempo histórico cuando visitó Chetumal, –recordó- que se había tomado unas fotos en el frontispicio de la Escultura al Mestizaje erguida en el Bulevar Bahía a la cual llamó en aquel entonces, “una escultura a la corrupción”, -textual- y, precisamente, esa escultura es el edificio que albergará a la Secretaría de Turismo, afirmó.
El Presidente AMLO relata con lenguaje sencillo, ingenio, humor y experticia lo que se transformó en una parábola que lleva a los orígenes de identidad hasta la actualidad, dando a conocer los hechos relevantes que marcan el devenir histórico del sur de la entidad.
Mantener la paz y seguridad es una de las facultades del presidente López Obrador y del gobernador Carlos Joaquín, “quien ha estado a la altura como gobernador de Quintana Roo”, -resaltó el Presidente-, ello sin omitir que está dando medidas de apoyo del poder federal al Estado en virtud de los graves delitos cometidos en la entidad caribeña.
Este día se activaron expresiones de odio que alimentan unos a otros a través de los cuales trataron de impedir la concordia entre los gobernantes, de distinto signo, que solo dañan la imagen de anfitroneidad de los quintanarroenses.
No es común encontrarse con personas hostiles como los que el gentilicio de pertenencia hicieron a un lado el Día de la Bandera. Pero de que los hay, los hay y, los hubo. Dicen, que fue “porra” inducida para espetar el odio. -La ropa sucia se lava en casa-, se les advierte, “aventar piedras y esconder la mano” es de mentes enanas, dementes.