Principales

Al estilo Beto Borge, la titular de Bachilleres despide a chetumaleño a la mala

La escena nos actualiza episodios de la cruel “reingeniería” del gobernador priista Roberto Borge, quien sin tocarse el corazón ordenó el despido de cientos de quintanarroenses, muchos con la jubilación al alcance. La guillotina laboral siguió activa con Carlos Joaquín y ahora el chetumaleño José Arjona Carrasco –extitular de Bachilleres– compartió ayer la escena del despido de José Antonio Junior Gutiérrez Pérez, más conocido como Pepe Toño, empleado de la dirección administrativa del Colegio de Bachilleres por casi 20 años.

El despido ocurre en el gobierno humanista de Mara Lezama y fue consumado por instrucciones de la directora general, Samantha Hernández Cardeña, una cancunense del Verde Ecologista integrada al Ayuntamiento de Cancún en el mandato de Remberto Estrada Barba, un verde que “gobernó” a partir de 2016.

Aquí el modo es lo que indigna, porque tiene que procederse sin vocación de verdugos al desechar a un empleado chetumaleño que aportó su esfuerzo y destreza en esa área administrativa, por lo que es una filosa ingratitud lanzarlo a la calle sin tener la cortesía de darle al menos las gracias por participar.

También llama la atención el silencio del Secretario de Educación: el chetumaleño Carlos Gorocica Moreno, quien en un descuido se habrá enterado por Pepe Arjona de esta poda laboral, resignado a su papel de pasivo espectador porque es un mando simbólico en el equipo de la gobernadora.

“Claro que Pepe Toño va a demandar por la parte que le corresponde, ante esta agresión. Y también va a ganar y se sumará a las decenas de millones de pesos que la dirección general se niega a pagar, con motivo de haber perdido todas las demandas que interpusieron los trabajadores que fueron despedidos injustamente en el sexenio anterior”, publicó Pepe Arjona, quien fue Presidente de la Gran Comisión del Congreso a la salida de Héctor Esquiliano Solís, quien abandonó la posición para ser diputado federal.

“Ya no pertenece usted al Colegio de Bachilleres”, dice con frialdad un abogado al notificarle a al empleado, quien reclama por esa “arbitrariedad” porque no le dan el sustento legal.

“Esa es la arbitrariedad con que se maneja la nueva administración dela maestra Samantha en el Colegio de Bachilleres, pero no dicen que ya nos hacen firmar solo una hoja de nómina para no ver que en el nómina aparecen el exdirector y el exdirector administrativo como asesores”.

Pepe Arjona remata su texto así: “Que Dios bendiga a Bachilleres, el orgullo del ayer y el infierno del momento. Cuando crees que todo lo anterior es lo peor, es porque no sabes lo que te espera”.

Independientemente de sus colores partidistas, el gobierno de Quintana Roo tiene que evitar las arbitrariedades al momento de despedir al personal que le estorba, porque debe respetar el manual de procedimientos y no tratar como criminales a sus empleados que tienen un plan de vida en instituciones como el Colegio de Bachilleres.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba