Principales

Carlos Joaquín toma el control de la gangrenada Oficialía Mayor

Con un movimiento estratégico lanzado en el momento oportuno, con las arcas al borde del colapso, el gobernador Carlos Joaquín González deja a la Oficialía Mayor bajo la tutela de la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan), donde tiene colocados a sus elementos de absoluta confianza: Yohanet Torres Muñoz (titular) y el Tesorero Asunción Ramírez Castillo.

Carlos Joaquín ha comprendido que el gobernador es él, con todo el mérito histórico y la responsabilidad intransferible, lo que explica la decisión quirúrgica con la que sacrifica a Manuel Alamilla Ceballos, quien siempre giró en la órbita de Juan de la Luz Enríquez Kanfachi, un super asesor flotante con enorme influencia en el gabinete, pero sin alcances definidos.

El primer escándalo detonado en la Oficialía Mayor raspó a Carlos Joaquín casi al inicio de su gobierno, con la asignación amañada del primer contrato para elaborar uniformes escolares en 2017, teniendo como empresa bendecida a la Comercializadora Adicón S.A de C.V., nacida en Puebla exclusivamente para este negociazo de 104 millones de pesos.

Dos años después, el temible Contralor del Estado, Rafael del Pozo Dergal, puso el punto final al acto de corrupción con una “amonestación privada” de cuatachos.

Esta Comercializadora Adicón era inexistente, porque no contaba con maquiladoras y oficinas en Puebla. Incluso, el periodista Carlos Pérez Zafra –del Canal 10– viajó a la tierra del camote para comprobar que el domicilio fiscal de Adicón era una casa de interés social deshabitada.

La representante legal de Adicón es Aleida Beatriz López Cruz, cuya empresa se había dado de alta en el gobierno de Carlos Joaquín y en menos de un mes le pegó al gordo de la lotería, dañando la imagen del “Gobierno del Cambio” que iniciaba una ofensiva contra el saqueo industrial del ex gobernador Roberto Borge y su pandilla.

La lluvia de licitaciones amañadas en la Oficialía Mayor debió detonar las alarmas en los aposentos de Carlos Joaquín, quien ha sido muy ordenado con el tema del manejo financiero y no quiere dejar flancos vulnerables que puedan ser explotados por su sucesor o sucesora, porque hay que recordar que los expedientes son siempre aprovechados por rentabilidad política.

Así lo hizo Mario Villanueva Madrid a principios de junio de 1993, cuando ordenó una cacería judicial de hombres del primer círculo de su antecesor Miguel Borge Martín.

La Oficialía Mayor está gangrenada y el estudio clínico completo lo tiene Carlos Joaquín en el consultorio, lo que explica su decisión fulminante para desaparecer la Oficialía y dejar sus funciones vitales bajo el control de la Sefiplan, donde tiene control absoluto con hombres y mujeres de su absoluta confianza que le responden tan sólo a él, no a Juan de la Luz.

Carlos Joaquín sabe que es nebuloso el escenario de su sucesión y todo puede pasar.

Tiemblan Miguel Arroyo y Carmen Castañares

Miguel Arroyo Martínez –Coordinador General de Administración– y Carmen Alicia Castañares Márquez – directora de Recursos Humanos– no deben estar tan tranquilos que digamos en la Secretaría de Educación. Incluso han de estar temblando por ser alfiles de absoluta confianza de Manuel Alamilla, vulnerables por sus huellas de corrupción en gran escala.

Promovida por la esposa de Manuel Alamilla, Carmen Castañares ha tratado con la punta del pie al personal administrativo y docente, exprimiendo el jugo a los contratos por honorarios, mientras la titular Ana Isabel Vázquez Jiménez permanece como espectadora de tales maniobras.

¿Dónde diablos está Crisanto?

Sergio Crisanto Morteo –líder de la Unión Ganadera Regional– sigue desaparecido y su ausencia es más acentuada por sus apariciones tiro por viaje, acompañando a Luis Torres Llanes –Secretario de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca– para el reparto masivo de pollinaza, semillas de pasto y productos para ganaderos del sur y la zona maya, incluido maíz para siembra y consumo.

Al calor de la presencia del Ejército en la ribera del río Hondo y la vía corta a Mérida, el buen Crisanto decidió esfumarse. Cada uno por su lado, porque Luis Torres evita esa compañía.

3 comentarios

  1. Castigo a los corruptos, que bueno que salga a la luz publica los malos manejos y las medidas que toma el gobernador para corregirlos

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba