Golpe de Mazo
Novedades Chetumal
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Un asalto de alto impacto ocurrió ayer en una transitada carretera del sur de Quintana Roo, donde un comando armado logró llevarse un botín de 10 millones de pesos que eran trasladados en un camión blindado de la empresa Cometra que fue incendiado por los hampones.
El camión repleto de dinero destinado a los cajeros de la zona maya fue interceptado por sujetos fuertemente armados en la vía corta a Mérida; los custodios de la empresa Cometra fueron sometidos y desarmados, pero sin daños a su integridad.
Las pesquisas para encontrar a los ladrones empezaron apenas se supo del atraco a la unidad y están colaborando tanto las Policías Estatales de Quintana Roo y Yucatán, como elementos de la Policía Federal. Todas las líneas de investigación están abiertas.
Porque un asalto de este nivel requiere un alto grado de logística y de información privilegiada que los delincuentes sólo pueden obtener con algún cómplice con nexos en la propia empresa.
Pero mientras son peras o manzanas y en tanto se determina el grado de responsabilidad de los custodios encargados de proteger la millonaria cantidad de dinero, el espectacular golpe vuelve a encender las alertas sobre la seguridad de las carreteras en el sur del estado.
Y es que los asaltos en las carreteras de la zona sur se han multiplicado en los últimos dos años, principalmente en los caminos rurales del municipio capitalino y de Bacalar, aunque poco a poco los delincuentes se han vuelto más audaces cometiendo fechorías también en el tramo de Buenavista a Limones, y en el de Chacchoben a José María Morelos.
Recordemos el atraco a pagadores de la SCT que hace casi 10 meses fueron interceptados cerca de entronque con la vía corta a Mérida. La camioneta fue baleada y el chofer murió, mientras su acompañante fue herido de gravedad. El botín: 650 mil pesos y hasta hoy no hay rastro de los criminales.
La gasolinera ubicada justo en el entronque de la vía corta a Mérida ha sido un blanco frecuente de la delincuencia, así como los vendedores de productos alimenticios y contratistas que circulan en esas carreteras.
La situación ya es de terror y urge que las autoridades de Seguridad Pública tengan más presencia en los caminos del sur para evitar más víctimas.
Porque hasta el momento las policías tanto estatal y municipales han decidido ignorar las señales de alarma, instaladas en su zona de confort, dejando a los ciudadanos que viajan por esas vías a la pura bendición de Dios.
