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Novedades Chetumal
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Quien sostenga como dogma de fe que todos los chetumaleños apoyarán a uno de casa cuando haga la menor insinuación de luchar para ser candidato del PRI a la gubernatura, está equivocado. Para empezar, no hay una figura como suficiente arrastre popular para sumar voluntades y respaldos a toda prueba, ya que desde la caída del gobernador Mario Villanueva Madrid no se ha fraguado una figura de esas dimensiones.
Joaquín Hendricks con su desastrosa gestión ahuyentó los afectos de miles, ya que arribaron a posiciones de poder los chetumaleños más inadecuados y rechazados, como Moisés Pacheco Briceño, cuyo mérito solitario fue habérsela jugado con su compadre Hendricks, quien le dio jugada en serio y paró en seco a los temblorosos villanuevistas que se escondían detrás de los platanares en aquellos tiempos de rab..iosa persecución.
Hendricks masacró al político chetumaleño, comenzando por su compadre Eduardo Ovando Martínez, el último capitalino que luchó con mucha garra en ese proceso interno del PRI del que emergió como vencedor el cozumeleño Félix González Canto.
Previamente Hendricks había estrangulado al chetumaleño Javier Díaz Carvajal, cuando rumbo al proceso federal de 2003 intentó ser candidato del PRI a la diputación por el distrito del sur. El asiento estaba apartado para el ingeniero Víctor Alcérreca Sánchez.
Después muchos cifraron sus esperanzas en el monigote de Carlos Mario Villanueva Tenorio, cuya capacidad política apenas daba para la posición de regidor, donde no se tiene que hacer gran cosa, como ocurre con los diputados locales.
El alcalde Eduardo Espinosa Abuxapqui se plantó esta vez ante un escenario adverso en el Ayuntamiento capitalino. Nada que ver con el vergel que heredó a Cora Amalia Castilla Madrid, ya que estaba ante un chiquero alimentado por los actos letales de Andrés Ruiz Morcillo y Carlos Mario Villanueva.
En 10 años el chetumaleño ha ido asimilando figuras de otras zonas, destacando Cozumel, Cancún y Playa del Carmen, cuyos aspirantes en bloque superan con mucho al chetumaleño más desafiante, cuya tarea será conquistar otros municipios para ser opción y decir aquí estoy, llegada la ansiada hora del banderazo rumbo a la recta final.
