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Cierran más de 100 restaurantes en Chetumal

CHETUMAL, 24 de marzo.-

El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) en Chetumal, Eduardo Pérez Castañeda, informó que de los 300 afiliados con los que el organismo empresarial cerró en el 2013, aproximadamente 100 de ellos han cerrado sus negocios o se han pasado a la informalidad, esto debido a la difícil situación económica y duras responsabilidades tributarias que la mal planeada reforma fiscal trajo en el sur del Estado.

De continuar agravándose la situación, advirtió el empresario, el futuro de los negocios de comida en Chetumal será la informalidad, o aquellos locales donde se vendan alimentos preparados a bajos precios como loncherías y cocinas económicas.

“Con 300 agremiados cerramos el año pasado, y en este 2014 llevamos 170 a la fecha. De esos 300 afiliados que tuvimos en el 2013, se han confirmado el cierre de alrededor de 100 negocios, mismos que sus dueños han optado por otro tipo de trabajo, o han emigrado a la informalidad”, comentó.

“El futuro del sector restaurantero en la ciudad es la informalidad”, dijo el entrevistado, explicando que la mayoría de la gente ya no consume en restaurantes, porque ante la dura crisis económica que se vive en la ciudad, prefieren elegir los lugares más económicos posibles, o en su defecto, comer en sus casas.

“A partir de la crisis que se presentó con la influenza, la gente fue dejando de acudir a los restaurantes; después se viene una crisis económica, misma que se va agravando, y ha tenido como consecuencia que ahora los restaurantes tengan ventas muy escasas”, refirió.

Pérez Castañeda sostuvo que para la gente los restaurantes se han convertido en un lujo que cada vez menos pueden costear, agregando que “si ya la quincena con trabajo les alcanza o ni siquiera les alcanza para sus gastos más básicos, cómo esperan que puedan contemplar gastos secundarios como lo es comer en restaurantes. La gente se ha dado cuenta que comiendo en sus casas gasta menos, y cuando deciden comer fuera, buscan lo más barato; antes iban a comer a los restaurantes, ahora lo que buscan incluso es que se lo lleven a su casa, porque ya no hay para gastar en gasolina de más; buscan las formas más económicas posibles para satisfacer esta necesidad, es decir, si antes por decir te compraban una comida de 100 pesos para comer en un restaurante, ahora compran en cocinas económicas con servicio a domicilio y les dura para dos comidas, y a un precio más barato”.

El empresario dijo que reflejo de este comportamiento, es que mientras el cierre de restaurantes va a la alza, los negocios informales de venta de comida continúan proliferando, porque señaló que cada vez más gente prefiere comer con 30, 40 pesos o menos, a diferencia de ir a un restaurante y tener que pagar de 80 pesos o más en el consumo por persona.

“Muchos de estos cierres de deben al nuevo régimen fiscal, si bien desde antes de la reforma ya padecíamos una disminución en nuestras ventas, con la entrada en vigor del nuevo panorama fiscal en este 2014, vino a sentenciar los esfuerzos de muchos empresarios por mantener a flote su negocio.

Por ejemplo, en el sector que nosotros cubrimos empieza la cadena del IVA, porque nosotros compramos nuestros insumos sin este impuesto, pero al convertirlos en servicio tenemos que agregarle IVA, y por tanto hemos subido nuestros precios, situación que ha reducido severamente nuestras ventas porque el consumidor ya no tiene suficiente dinero para darse estos gustos; además que el difícil panorama fiscal de este año ha ocasionado que cuando menos un 10% de los agremiados hayan emigrado a la informalidad, simplemente porque no tienen la solvencia económica ni administrativa para aguantar los duros cambios fiscales”, detalló.

A manera de ejemplo, Pérez Castañeda comentó que uno de sus compañeros empresarios, quien tenía una lonchería en una esquina, cerró recientemente su local y ahora se está dedicando a vender hotdogs, agregando el entrevistado que “muchos están haciendo esto, emigrando a la informalidad, buscando abrir negocios que sean baratos tanto para los clientes como para ellos mismos en sus responsabilidades fiscales y económicas, porque actualmente no cualquier empresario puede mantener un restaurante formal”.

El empresario concluyó la entrevista mencionando que no hay recursos para poder aguantar la difícil situación económica y tributaria en la que los ha dejado la mal planeada reforma fiscal, llegando a tal grado de que muchos restauranteros incluso hasta tienen que pedir dinero prestado para empezar su día.

Cabe señalar que, como una tendencia ante la crisis económica que ha pegado fuertemente a esta ciudad capital, ha sido la proliferación del 2013 a la fecha de los negocios tanto formales como informales de venta de tortas “de 10 pesos”, mismos que han tenido buena aceptación por parte de la gente que acostumbra desayunar fuera de casa.

Fuente: Gabriel E. Manzanilla (Por Esto! Quintana Roo)

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