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Colusión con “autogobiernos”

CHETUMAL, 30 de junio.-

El control de los Centros de Readaptación Social (CERESO) de Chetumal y Cancún fue dejado en manos de grupos de reos vinculados al crimen organizado durante la gestión de Carlos Bibiano Villa Castillo en la Secretaría de Seguridad Pública, por lo que en las cárceles no sólo cobran extorsiones y ejercen violencia física contra otros internos, sino que también introducen drogas a su antojo y desde sus celdas planean y realizan delitos que se ejecutan en el exterior.

En estas cárceles, dado el control que ejercen los llamados “autogobiernos”, han sido constantes las golpizas y asesinatos de reclusos, así como los amotinamientos, principalmente para rebelarse contra estos abusos, cometidos tanto por las comitivas de autogobierno como por los directivos penitenciarios.

Mucho qué desear ha dejado la presencia de militares en la dirección de los dos principales centros de reclusión de Quintana Roo, pues a pesar de las expectativas que se generan en la sociedad por la disciplina y valores que se transmiten en la formación castrense, aquí ha existido una clara colusión entre directivos y custodios con los grupos de reos que controlan los autogobiernos de ambas prisiones, siendo los segundos los que al final de cuentas toman el control total de los reclusos.

Si a esto se suma que ambos penales están sobrepoblados, con mayor gravedad en el caso de Cancún, y sus instalaciones tienen serias deficiencias materiales y de servicios elementales, se entiende por qué las cárceles en el Estado se han convertido en graves problemas para las autoridades.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha dado cuenta de las serias deficiencias que tienen los penales de Chetumal y Cancún, que se encuentran entre los peor calificados del país en el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria.

En el apartado de “Aspectos que garantizan la integridad física y moral del interno”, el estudio registra mayores deficiencias, como las siguientes: Hacinamiento (número de internos que rebasan la capacidad instalada de las celdas); deficiente separación entre hombres y mujeres en el área de talleres, área escolar, servicio médico, visita íntima y patio; y deficiencias en los servicios para mantener la salud de los internos.

Pero además, la CNDH detectó deficiencias en la supervisión del funcionamiento de ambos centros por parte del titular; deficiencias en la prevención y acciones para atender incidentes violentos; deficiencias en la prevención y en la atención de la tortura y/o maltrato; y deficiencias en la atención a internos sancionados y sujetos a protección.

Los hechos ocurridos en los penales durante los tres años de Carlos Bibiano Villa Castillo en la Secretaría de Seguridad Pública muestran que su notoria incapacidad para encargarse de esa materia hicieron que ambas cárceles quedaran a merced de la corrupción, convertidas en terrenos donde manda la delincuencia organizada, debido a que los internos manejan áreas y actividades privilegiadas, así como realizan cobros y extorsiones bajo total consentimiento de los directivos y de los carceleros, ya sea por ser parte de la corrupción o por ceder ante ésta por miedo.

Cárcel de Cancún, polvorín

El control ejercido por la delincuencia en la cárcel de Cancún es tal, que ya parece volverse tendencia el que existan hechos violentos al momento en que se produce el cambio en el alto mando de la Secretaría de Seguridad Pública, pues en mayo de 2011, un mes después de que asumiera la titularidad de la dependencia Carlos Bibiano Villa Castillo, se registró un motín, y ahora, en este mes de junio, apenas unos días después de que fue relevado por Juan Pedro Mercader Rodríguez, se produjo otro.

En mayo del 2011, a pocos días de haber asumido la dirección del penal Higinio Sánchez Baltazar, reos pertenecientes a “Los Zetas” ejecutaron a tres miembros de “Los Pelones” apenas unas horas después de que fueron ingresados a prisión, quedando expuesta la colusión existente entre custodios y los grupos de la delincuencia que controlan el penal, pues un celador fue el que abrió el acceso a los zetas al área donde estaban los pelones que fueron asesinados esa noche.

Tres días después de estos homicidios, estalló un motín en el que murió el recluso Luis Alberto Alvarado Domínguez, alias “El Caguamo”, de 19 años, además de haber 13 lesionados.

Higinio Sánchez Baltazar, Capitán Primero de Infantería, fue designado alcaide el 17 de abril del 2011, pero pocos meses después, sin especificar por qué, las autoridades estatales decidieron quitarlo de la dirección de la cárcel.

Lo cierto es que no logró controlar el penal, y el 7 de junio de 2011, “Los Zetas” fueron causa de un nuevo motín, pues en día de visitas, los reos que no forman parte de algún grupo delictivo se levantaron contra el control de ese grupo criminal dentro de la prisión.

Aunque en este motín no hubo muertos, fueron varias decenas de lesionados, dos de ellos de gravedad, lo que dejó como saldo el enfrentamiento.

Todos eran integrantes de “Los Zetas”, pues la población en general se unió en su contra para acabar con las prácticas de extorsiones, abusos, y demás acciones delictivas en la cárcel.

Pasó año y medio y nuevamente sucedió un incidente que reveló el nido de corrupción que es la cárcel de Cancún, pues el entonces directivo, el Capitán Retirado Ernesto Hernández Morales, fue cesado en noviembre de 2012 por conducta inapropiada, a 49 días de haber asumido el cargo en sustitución de Higinio Sánchez Baltazar.

Hernández Morales tenía adicción a las bebidas alcohólicas y cometió abusos al interior del penal en estado etílico; además de que durante su corta gestión aumentaron las extorsiones y venta de droga.

El Capitán Segundo Salvador Reyes Muñiz sustituyó al cesado, pero su gestión se caracterizó por abusos sexuales, tortura de presos, y extorsiones y chantajes a familiares de reos por miembros del autogobierno o comitiva ligados a células del crimen organizado.

Inclusive, fue vinculado a tres averiguaciones previas por delitos cometidos dentro del penal durante su gestión, la cual terminó en febrero de este 2014, cuando renunció, quedando en su lugar el actual director, General de Brigada Retirado Manuel Virgilio Morales Herrera.

Precisamente bajo la dirección de Reyes Muñiz ocurrió otro de los incidentes graves del penal, cuando el 8 de octubre de 2013 se produjo una riña de reos pertenecientes a la banda de “Los Sureños” contra otro grupo por el control de la cárcel, que pretendían cobrar por el ingreso de familiares en visita, dejando saldo de 32 heridos.

Además, en el 2013 Reyes Muñiz recibió amenazas directas en tres narcomantas, en las cuales lo amenazaron por permitir que dentro del penal se llevaran a cabo una serie de abusos que mantienen a los presos al borde de la desesperación y a punto de amotinarse.

Bajo su administración, en diciembre de 2013, tres custodios fueron acusados de la violación de dos reclusas. (Continuará)

Fuente: Francisco Hernández (Por Esto! Quintana Roo)

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