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Como nueva titular de la Contraloría (SECOES), Reyna Arceo sigue llevando la fiesta en paz

Desde los once pasos

Javier Chávez

Con una trayectoria impresionante que la faculta para la posición que le asignó la gobernadora Mara Lezama por ser una temible “dama de hierro”, Reyna Arceo Rosado como Secretaria de la Contraloría ha sorprendido y decepcionado con su reporte de que no hay novedad en el frente.

Quien fue Contralora del Ayuntamiento de Benito Juárez (Cancún) en la era Mara Lezama acumula más de dos meses de que tomó la rienda de la dependencia que Rafael del Pozo Dergal encabezó en todo el mandato de Carlos Joaquín, cuyos colaboradores en su gran mayoría dejaron cuentas con olor al Cereso de Chetumal.

Reyna Arceo no se puede quejar por la falta de tiempo para revisar el cochinero del joaquinismo en las dependencias más llamativas –como la Secretaría de Obras Públicas, Seguridad Pública, la Fiscalía General, la Secretaría de Salud y la Comisión para la Juventud y el Deporte–, ya que formó parte del equipo de transición encabezado por la diputada federal de Morena, Anahí González Hernández.

Recordamos la espada flamígera del Contralor Rafael del Pozo al inicio del período de Carlos Joaquín, quien emprendió una filosa ofensiva de corte revanchista contra los colaboradores de Roberto Borge, quienes por la vía cómoda fueron procesados por el tema Vip Saesa.

Doña Reyna Arceo no tiene necesidad de lanzar petardos a lo loco para acalambrar a un puñado de joaquinistas, ya que su destreza en la encomienda que domina –como la cuenta de protección del réferi– le permite tener la visión tridimensional de la pestilente entraña del joaquinismo, gemelo del borgismo en asuntos de la canija corrupción incorregible.

El objetivo de la SECOES: “Ser una Unidad fiscalizadora que vigile el ejercicio del gasto público, previniendo que en las Dependencias, Órganos Administrativos Desconcentrados y Entidades de la Administración Pública Estatal los recursos se ejerzan con eficiencia, eficacia y transparencia”.

Incluye –y tiene que saberlo Reyna Arceo– la “ejecución de auditorías y actos de fiscalización”, sin el mínimo resultado hasta ahora.

Reyna Arceo ya tendrá en su escritorio los números reales de la transa industrial y está obligada a activarse para que sean recuperados muchos millones de pesos exprimidos golosamente al presupuesto en un puñado de dependencias.

O en caso contrario la señora Contralora tendrá que decirnos que el joaquinismo está más limpio que el aire en la punta del Popocatépetl.

En la imagen superior vemos a Reyna Arceo y en la inferior a su antecesor Rafael del Pozo, cuyos resultados literalmente se fueron al pozo.

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