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Novedades Chetumal
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Ayer recorrí el Centro Cultural Municipal, inaugurado el pasado viernes en pleno corazón de Chetumal por el alcalde Eduardo Espinosa Abuxapqui. La propuesta dio en el blanco, ya que atiende a un porcentaje de quintanarroenses atraídos por las bellas artes y que quedaron en el desamparo con la desaparición de la Secretaría Estatal de Cultura, ya que la Secretaría de Educación y Cultura (SEyC) apenas puede intervenir en la educación y su grilla magisterial.
El Centro Cultural Municipal se ubica en el cruce de las avenidas Chapultepec y Juárez, en la contra esquina del Hospital Materno Infantil Morelos. El prietito en el arroz es la instalación de oficinas municipales vecinas, en los dominios del hotel Los Cocos.
Un 10 a esta propuesta, digna de una capital del estado. Muy bien por las salas Elio Carmichael, Marco Ramírez Canul, Ramón Iván Suárez Caamal y Héctor Aguilar Camín. Y lo mejor: una incubadora de proyectos culturales.
El personal de este Centro Cultural está muy entusiasmado y entregado a sus tareas, recibiendo incluso a entusiastas creadores de Bacalar. La instalación está palpitante, con obras pictóricas de maestros como Marcelo Jiménez.
Mi recorrido inició en el descuidado Museo de la Cultura Maya, donde hay el ambiente de un centro de salud ejidal. Acudí a la librería Educal que tienen escondida en un salón remoto de aquel Lecumberri, una vez que fue retirada del amplio local de la entrada, vacío desde hace dos años.
Este Museo ha sido descuidado y urge que los burócratas de la SEyC lo recorran para darle respiración de boca a boca, porque en estas condiciones es un estorbo.
En las mismas se encuentra el Museo de la Ciudad, ubicado en la antigua escuela socialista Belisario Domínguez y donde fue instalado el fallido Centro Cultural de las Bellas Artes, a un costado del hotel Los Cocos.
El Museo fue clausurado y es zona de telarañas. Muy grave porque no hubo anuncio oficial de su entierro, y los dormilones burócratas de la SEyC se ocultan para no dar explicaciones.
El contraste llama la atención, ya que el Centro Cultural instalado por Abuxapqui es muestra de lo que se puede hacer cuando la burocracia hace su trabajo con certera conducción y no se dedica tan sólo a aguardar la siguiente quincena.
