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Novedades Chetumal
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A las figuras de la oposición ya no las hacen como antes, al menos en nuestro Quintana Roo. PAN y PRD enfrentan esta terrible realidad, ya que para competir han dependido de la incorporación de extraños, ajenos habitualmente a la filosofía del partido que los recibe con todos los honores.
El PAN a nivel estatal no tiene figuras competitivas y desde hace tiempo dejó de dar la batalla por la gubernatura. En su extravío, llegó al extremo de postular en 2005 a la ex priista Addy Joaquín Coldwell como su candidata a la gubernatura, en fugaz coalición con Convergencia.
En Chetumal el PAN tiene muy poco que ofrecer, ya que las posturas mezquinas han bloqueado carreras prometedoras como la de Mario Rivero Leal, quien puede presumir un triunfo en las urnas en 2005, como candidato de la coalición PAN-Convergencia a la diputación local.
Mario Rivero no es santo de la devoción de algunos panistas, pero vaya que tiene potencial como candidato, como lo demostró en el proceso en el que enfrentó al priista Andrés Ruiz Morcillo, cuando disputaron la alcaldía capitalina en 2008.
José Hadad Estéfano fue un excelente candidato del PAN a la alcaldía capitalina, en el proceso de principios de julio de 2013. Enfrentó al peso completo de Eduardo Espinosa Abuxapqui (PRI), pero dio la batalla con los raquíticos recursos aportados con gotero por su partido.
La postulación del empresario chetumaleño Mahmud Chnaid Novelo como candidato externo del PAN a la diputación federal por el segundo distrito fue provocada por la escasez de cartas, injustificable porque el PAN lleva mucho camino recorrido en la capital del estado.
El PRD anda mucho peor en la capital, ya que sus figuras propias son escasas y sin vigor. Por ello no han participado en serio cuando ha estado en juego la alcaldía capitalina, y cuando la elección es federal nada tiene que ofrecer y deja las postulaciones en manos de sus aliados o postula figuras de otros municipios.
Esta involución del PAN y PRD se manifiesta en todo el estado, ya que con frecuencia recurren a figuras externas para participar en las contiendas. Y hablamos de los principales partidos de oposición, tan descuidados aquí por sus dormilonas dirigencias.
