Golpe de Mazo
Novedades Chetumal
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Sedientos de protagonismo, diputados electos del PRI y el PAN entablaron esta semana una guerrita mediática con el tema de la conformación de la agenda a seguir por la próxima Legislatura, intentando marcar su territorio en árboles y postes a dos semanas de que los legisladores ocupen sus curules.
Con la filosofía peleonera de que “el que pega primero pega dos veces”, el panista chetumaleño Fernando Zelaya Espinoza lanzó el primer volado de derecha, convocando a las distintas fuerzas políticas de ese poder a conformar un “Pacto por Quintana Roo”, en el que los diputados sin distingo de colores se comprometan a generar y aprobar leyes que beneficien a los quintanarroenses, un atole probado hasta la saciedad por nuestro estado.
La jugada de Fernando Zelaya iba acompañada de una carga política explosiva, pues al hacer pública esta convocatoria colocó en posición incómoda a los diputados rivales del PRI y del Verde, que por supuesto, no pretenden seguirle el juego al PAN, pero tampoco pueden quedar como los malos de la película al negarse a un compromiso con su pueblo tan amado.
Por eso, ni tardo ni perezoso quien ostenta ya el cargo de líder de la bancada priista, Raymundo King de la Rosa, intentó retomar el control del round al responder en un comunicado que la alianza PRI-PVEM “celebra” la respuesta del PAN a conformar una agenda legislativa conjunta, deslizando en el texto que esa convocatoria la realizó previamente el Tricolor.
La firma de un “Pacto por Quintana Roo” que verdaderamente privilegie los intereses de los ciudadanos luce como una misión complicadísima, sobre todo por la polarización política que se vive en la actualidad entre los distintos partidos.
Porque de entrada, PAN y PRI dejaron ver que la primera confrontación será por la paternidad del dichoso pacto que ambos partidos se adjudican.
El primer paso para hacer realidad un pacto plural e inclusivo a favor de Quintana Roo, es que los partidos y sus principales figuras en el Congreso local se despojen de rencores, resentimientos y orgullo vanos, porque si cada quien quiere llevar agua a su molino las negociaciones para tomar acuerdos se tornarán en un pleito gorilesco de “machos” alfa.
Si logran vencer al ego, los diputados de la próxima Legislatura tendrán la oportunidad de sentar un precedente histórico, dejando a un lado sus intereses políticos y personales para lograr acuerdos en un marco de concordia. Pero eso, está por verse.