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La UQROO, botín de burócratas

CHETUMAL
Anwar Moguel | Javier Chávez
Revista Puntual Regional

Proyecto educativo estelar del gobernador Miguel Borge Martín, la Universidad de Quintana Roo (UQROO) se desinfla a 24 años de su nacimiento. Golpes de autoritarismo, malas decisiones políticas e intereses mezquinos de la comunidad universitaria han desplomado la que estuvo llamada a ser punta de lanza en el Caribe, y que hoy es una casa de estudios del montón.

Angel Rivero Palomo5A la fallida gestión de la chetumaleña Elina Coral Castilla se suma el inminente arribo de Angel Rivero Palomo a la rectoría, en un proceso sin credibilidad que posibilitará la llegada de un burócrata estatal egresado de esa casa de estudios cuyo plan A era figurar como aspirante a la alcaldía capitalina.

En los últimos cuatro años el proceso de descomposición de la UQROO se aceleró de manera notable bajo el deficiente mando de la rectora Elina Coral Castilla, quien no supo darle el rumbo correcto a la institución.

A golpe de un autoritarismo miope y decisiones que fueron verdaderos atentados contra el sentido común, Elina Coral acabó con los pocos logros de la Universidad y provocó un escandaloso descenso en los rankings nacionales e internacionales, producto de su nocivo estilo de liderazgo.

La UQROO que recibió Elina Coral llegó en algunos estudios realizados a nivel nacional a colocarse en el lugar 14 de las mejores universidades públicas del país. Hoy, en franco declive, ha retrocedido hasta la posición número 47 según el estudio más reciente de la UNAM, mientras que en los rankings realizados por diarios de prestigio como El Economista y Reforma, ni siquiera aparece.

La rectoría de Coral Castilla fue más destructiva que un huracán categoría 5 para el proyecto universitario, pues lo mismo arremetió contra académicos destacados que contra el alumnado, uniendo a la comunidad universitaria en su contra.

Bajo su mando el oscurantismo administrativo se instaló en la UQROO en detrimento de la educación profesional que reciben los universitarios, pues del 2011 a la fecha han sido echados de la casa de estudios seis docentes investigadores con grado de doctor, para imponer en su lugar a gente con mucha menor preparación pero menos incómodos y con lealtad jurada a la rectora emanada del PRI.

Los docentes que fueron orillados –de una u otra manera- a abandonar las aulas de la Uqroo fueron Fred Wallace,  Investigador nivel II del Conacyt con estudios de doctorado en la Rice University, EEUU; la francesa Christine Carton, Investigadora nivel I con doctorado en NiceSophia-Antipolis, Francia; Sadri Slim Cohen, con estudios de doctorado también en NiceSophia-Antipolis; Enrique Coraza Santos, Investigador nivel I con estudios de doctorado en la Universidad de Salamanca; Erika Coria, Investigadora nivel I con estudios de doctorado en la Universidad Autónoma del Estado de México, y por último y el más reciente caso, Carlos Iván Campos, con estudios de doctorado en la Universidad de Cantabria, España.

Es justamente el despido disfrazado de recorte del doctor Carlos Iván Campos el que evidencia que la calidad educativa no fue nunca la prioridad para Elina Coral, ya que el profesor universitario fue enviado por la propia universidad a estudiar el doctorado en España con la finalidad de fortalecer la plantilla docente y que, a su regreso aportará sus conocimientos para el crecimiento de la institución.

Sorprendentemente, apenas unos meses tras su regreso su contrato ya no fue renovado argumentando “falta de recursos”.

Las víctimas de alto perfil de la rectora pudieron ser más, ya que en diciembre del año pasado desató un verdadero escándalo al intentar poner de patitas en la calle a tres destacados catedráticos, investigadores con premios nacionales y pilares de la carrera de Economía en la UQROO, por el simple pecado de no dejarse manejar como títeres por el poder reinante en la Universidad.

elina y cabrera6Los depositarios del berrinche de Elina fueron el doctor Fernando Cabrera Castellanos y su pareja, René Lozano Cortés, ambos premios nacionales de economía, así como la doctora Maribel Lozano Cortés.

Para quitárselos de encima, Elina Coral ejecutó una artimaña a partir de una supuesta denuncia de una persona que ni siquiera forma parte de la comunidad universitaria que acusó a los profesores de no contar con doctorado, ya que no validaron sus estudios ante las autoridades mexicanas.

Con ese pretexto la Rectora quería continuar depurando a la Uqroo de doctores, pero sus esfuerzos no prosperaron gracias a que los catedráticos por medio del Colegio de Académicos (Colacad) de la UQROO cerraron filas y evitaron el despido injusto de sus compañeros.

Para colmo, en sustitución de los investigadores con grado de doctor despedidos o forzados a retirarse, se dio entrada a una nueva generación de catedráticos, en su mayoría recomendados políticos, que no forman parte del Sistema Nacional de Investigadores y que cuentan, en muchos casos, con maestrías de escuelas sin prestigio, de esas que abundan en la actualidad.

Pero el notorio detrimento en la calidad de la plantilla docente no fue la única afectación causada por la aún rectora, pues en su afán de mantener el control “político” de los universitarios chetumaleños se ganó el desprecio del alumnado al querer restringir sus garantías individuales.

Y es que a pesar de que los estudiantes de la UQROO no se caracterizan por su activismo político, por un momento se contagiaron de la indignación que recorrió al país tras la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, razón por la cual prepararon un movimiento cultural de protesta que se llevaría a cabo en la plaza principal de la Universidad.

uqroo planton1Al enterarse, Elina sacó a relucir su gen de política intolerante y tomó una decisión descabellada: cerrar el acceso a la Universidad por dos días completos con el pretexto de una “fumigación” de las instalaciones.

Los estudiantes captaron el mensaje represor de la Rectora y actuaron en consecuencia, llevando su movimiento a las calles e iniciando un plantón dentro de la Uqroo que exhibió el problema en todos los medios, llegando incluso a ser tema nacional.

Con todo en contra, Elina Coral enfrentó la recta final de su triste gestión encerrada en su oficina y preparando la entrega, en pedazos, de una casa de estudios que necesita una renovación profunda en todas sus áreas.

El futuro, para colmo, no luce nada prometedor.

Nuevo Rector, más de lo mismo

Catedráticos independientes y alumnos lo tienen claro: el principal problema de la debacle de la UQROO se debe a que ha sido manejada como una dependencia más del gobierno estatal y su rectoría, como un hueso de lujo para algún burócrata encumbrado en la política local.

El rechazo a un nuevo rector emanado de la política ha sido unánime, fuerte y claro, y sin embargo nuevamente será desestimado por una “Honorable” Junta Directiva deficiente y que no tiene independencia alguna y se limita a acatar instrucciones.

Porque desde antes que arrancara el proceso de selección del nuevo mandamás de la Universidad, la silla que en breve dejará Elina Coral se reservó para Ángel Rivero Palomo, un funcionario que apalancado monetariamente con su posición en el servicio público –fue secretario particular del gobernador Joaquín Hendricks– se ha llenado de títulos académicos que de poco le han servido, pues su desempeño actual como titular de la Secretaría de Desarrollo Social e Indígena ha sido intrascendente.

angel rivero 0Desde sus primeros pasos en el servicio público, Ángel Rivero se ha caracterizado por no destacar en nada de lo que hace, pues aunque cuenta con un completo palmarés académico que incluye un par de maestrías y costosos cursos en la división de estudios políticos de Universidad de Harvard en Estados Unidos, además de un doctorado en proceso en la Universidad Anahuac, sus resultados como servidor público demuestran que no sabe poner en práctica sus conocimientos teóricos.

Si algo disfruta Rivero Palomo es presumir su preparación de primer mundo, llegando al extremo en 2013 de pagar anuncios en Facebook para promocionar sus fotografías de pose con catedráticos extranjeros. Fueron un par de meses donde invirtió una buena cantidad de dinero para que todo Quintana Roo se enterara

Su nombre para ocupar la rectoría empezó a sonar con fuerza desde el año pasado, y finalmente el rumor se convirtió en realidad en el mes de julio, al ser uno de los primeros candidatos en registrar su postulación para Rector de la Uqroo.

En total son cinco los aspirantes registrados: Xavier Gamboa Villafranca, Cruz Virginia Vera Alcazar, Octavo Chávez Gabaldón y Rafael Briceño Chablé, además del candidato oficial, Ángel Rivero Palomo.

A pesar de sus múltiples títulos, lo supera en preparación e incluso en experiencia el doctor Xavier Gamboa Villafranca, que conoce a la perfección la Universidad ya que ha sido uno de los catedráticos “rebeldes” al autoritarismo al promover contra viento y marea la creación de un sindicato de trabajadores de la UQROO, lo que a la postre ocasionó su despido en 2008 a manos del ex rector José Luis Pech Várguez.

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Xavier Gamboa demandó a la UQROO por despido injustificado y ganó una indemnización de 2.5 millones de pesos, al demostrar que fue víctima de una decisión visceral del entonces rector. Los platos rotos los tuvo que pagar Elina Coral, pues en su periodo se resolvió la demanda a favor del catedrático.

Además, no es la primera vez que contiende por el puesto, ya que en el 2006 intentó contendió por la Rectoría como el candidato de los docentes universitarios, siendo relegado por el enviado gubernamental, José Luis Pech Várguez.

El doctor Gamboa Villafranca se ha tomado en serio este proceso de selección a pesar de que conoce a la perfección la forma en que funciona el sistema. Entregó un plan de trabajo y un proyecto integral para salvar a la Uqroo y lo hizo público a través de las redes sociales, siendo hasta el momento el único aspirante que ha dado a conocer sus ideas.

Con todo y su preparación académica y experiencia, Xavier Gamboa y el resto de los aspirantes que tienen menos merecimientos, juegan en desventaja contra el Secretario de Desarrollo Social e Indígena, quien además sigue ostentando su cargo mientras espera pacientemente ser palomeado como Rector.

Por su parte, Elina Coral ha cumplido con su papel en esta sucesión, ordenando a su grupo de incondicionales tanto en el área administrativa como académica apoyar por medio de un documento la designación de Ángel Rivero Palomo. Como suele suceder, el “espontaneo” apoyo llovió a favor de Rivero Palomo los días 28 y 29 de julio que fueron designados por la Junta Directiva para recibir las muestras de respaldo de la comunidad universitaria a sus candidatos favoritos.

La llegada a la Rectoría de Ángel Rivero fue bola cantada desde el primer momento, confirmando que la UQROO es botín de políticos.

Su llegada garantiza la continuidad del servilismo y la imposición, del autoritarismo unilateral y del sesgo político con el que se manejan las riendas de la Máxima Casa de Estudios del Estado.

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