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Otro caso de negligencia médica en el Hospital General

Chetumal, 6 de mayo
Por Esto Q Roo

Por segunda ocasión, la ginecóloga Rocío Jiménez es señalada de cometer negligencia médica, y actualmente mantiene a Áurea Maribel Cuevas Sulub, de 26 años de edad, al borde de la muerte. La doctora realizó una cesárea a la mujer el 22 de abril pasado, una semana después fue operada de emergencias al sufrir un derrame, ya que tenía el útero roto y restos de placenta en su organismo.

Además, los familiares de la paciente han gastado en medicamentos caros debido a que el Seguro Popular no se hace cargo de este tipo de servicio, mucho menos de la estancia en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General; la familia interpondrá su querella ante un representante social.

negligencia2Esta tarde, en entrevista con el Por Esto! de Quintana Roo, familiares de Áurea Maribel, quien es empleada de la Secretaría de Salud de la Entidad y se desempeña como cajera en el Centro de Salud situado en la colonia Guadalupe Victoria, señalaron que pese a ello no han recibido apoyos por parte del doctor Francisco Lara Uscanga, titular de la Jurisdicción Sanitaria Número 1, de quien depende.

Los denunciantes explicaron que, el 21 de abril, por la noche, Áurea ingresó a la sala de urgencias del Hospital General, pero fue hasta el día 22 que la ginecóloga Rocío Jiménez la intervino por la vía de la cesárea para extraer el producto de 6 meses y medio, sin que fueran notificados porqué.

El 23 de abril le dieron de alta y fue llevada a su hogar, pero aquejó fuertes dolores en el abdomen y el vientre, lo cual pensaron que era normal por la operación, aunque tenía 37 grados de temperatura, y les informaron que era normal; pero el 30 de abril se alarmaron al notar que presentaba sangrado profuso, por lo que la trasladaron al Hospital General.

Ingresó a la sala de urgencias a eso de las 10:30 horas, pero fue hasta las 14:15 horas cuando el doctor del turno vespertino, a quien identificaron sólo como Miranda, observó que Áurea Maribel estaba en un charco de sangre y al considerar que estaba en riesgo su salud ordenó que la prepararan y llevaran al quirófano para cirugía, pero como consecuencia la mujer entró en shock hipovolémico por la pérdida de sangre.

Al parecer le extirparon pedazos de la placenta dentro de su organismo, además que presentaba el útero roto, por ello, el doctor Miranda aplicó un taponeo o encajonamiento del cuerpo para detener la hemorragia, aunque le tuvieron que administrar 6 unidades de sangre B Positivo, aunque al terminarse en el banco de sangre le suministraron plaquetas.

Sin embargo, fue demasiada la sangre que perdió, por lo que al final de cuentas le hicieron la trasfusión de sangre RH O Positivo. “El doctor Miranda le salvó la vida, pero nos confesó que hizo todo a su alcance y que sólo un milagro haría que evolucionara satisfactoriamente porque su estado es delicado, ya que desde entonces se ha mantenido sedada y actualmente la están despertando para ir conociendo su evolución”, dijo una de sus familiares.

Lo peor de todo es que han gastado cierta cantidad de dinero, esto al comprar medicamentos como midazolam, que cuesta 2 mil pesos la caja con 5 ampolletas de 5 miligramos, el cual sirve para la sedación; el fentanil, que se usa en periodos cortos para el control del dolor postoperatorio, con valor de 900 pesos; el estancilato, para la actividad de las plaquetas, con valor de 350 pesos, y el meropeden, un antibiótico de amplio espectro, en 800 pesos.

“Tan sólo el midazolam, que es el más caro, para mantenerla sedada le aplican 15 mililitros cada 4 horas, pero gracias al apoyo de nuestros compañeros, de los colegas de ella, es que hemos logrado comprar esos costosos medicamentos, porque nadie de la Jurisdicción Sanitaria, ni del Hospital General, nos ha apoyado con estos gastos, ya que el Seguro Popular no cubre estos servicios, mucho menos la estancia en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI)”, señaló el denunciante.

“Los del Hospital General sí están pendientes pero de la evolución de la salud de Áurea Maribel, porque están conscientes que se trató de una negligencia médica de parte de la doctora Rocío Jiménez, y ojo, no es la primera vez, ya había hecho lo mismo en la clínica del Seguro Social, donde también trabaja; ahí una mujer estuvo a punto de fallecer tras una cesárea, y ahora de nuevo. Deberían suspenderla por ser un riesgo para la sociedad”, señaló.

El domingo 3 la intervinieron de nuevo para quitarle las gasas que se usaron para el taponamiento o encajonamiento de cuerpo y el acomodaron sus órganos, pero la han mantenido sedada. Tienen la esperanza de que se recupere satisfactoriamente. “De todas maneras yo mañana acudo ante un Ministerio Público para demandar a la ginecóloga Rocío Jiménez por negligencia médica”, señaló el esposo.

Cabe señalar que una de las familiares de Áurea Maribel mencionó que el domingo que volvieron a intervenirla, observó a la doctora Rocío Jiménez a quien cuestionó: “¿por qué aun sabiendo que mi nuera estaba grave no tuvo la amabilidad de preguntar por su estado de salud? Le pregunté por qué no nos informó al terminar la cesárea cómo había salido la operación. ¿Sabe lo que me contestó? Que porque la ligó y tenía roto el útero. Pero nunca aceptó que le dejaron residuos de placenta en el organismo de mi nuera, lo que generó una infección y derivó en la hemorragia profusa, por el cual fue operada por el doctor Miranda, aunque ahora se debate entre la vida y la muerte”, lamentó la suegra.

Mientras que el esposo de Áurea, indignado, se cuestionó: “¿Por qué la doctora Rocío Jiménez al terminar la cirugía no se presentó ante nosotros para informarnos sobre el resultado de la cesárea y el estado de mi esposa y el bebé? Porque me imagino que ya sabía que algo salió mal y no pudo remediarlo. Ese día salió del quirófano y se fue, y hasta la fecha no nos ha dado la cara”.

Para finalizar, pidieron que se haga justicia porque no es posible que la doctora siga laborando como si nada hubiera pasado, cuando es la segunda ocasión que realiza una mala operación de cesárea y que mantuvo a la primera afectada en el Instituto Mexicano del Seguro Social al borde de la muerte, y ahora a Áurea Maribel en el Hospital General, cuyo estado es completamente grave.

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