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Pedro Flota y Martínez Arcila presencian la sepultura de sus partidos

El dirigente priista chetumaleño Pedro Flota Alcocer y Eduardo Martínez Arcila –líder real del PAN– presenciaron este sábado el desarrollo de la sesión de instalación de la nueva Legislatura con sus partidos en el destierro, porque se manifestó la desafiante musculatura de los nuevos protagonistas de la Cuarta Transformación: Verde Ecologista y Morena, con sus escoltas del PT y Fuerza por México.

Este poderío de verdes y morenos en el Poder Legislativo cierra la pinza de la gubernatura conquistada con facilidad por Mara Lezama Espinosa, quien tiene todos los hilos del poder y lidera un contingente multicolor donde figuran protagonistas inimaginables, casi todos admitidos por el Verde Ecologista.

Separados y rodeados por la nueva clase política dominante, Pedro Flota y Martínez Arcila –hasta hace unas horas presidente de la Jugocopo– fueron los exponentes de una época inaugurada por el PRI y culminada por PAN y PRD en el agónico gobierno de Carlos Joaquín, quien con su lectura correcta no opuso resistencia al fenómeno político y partidista provocado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, artífice de victorias electorales en cascada que desembocaron en la captura del Palacio de Gobierno caribeño sin disparar una sola bala.

De Pedro Flota vale resaltar que cerró el ciclo de líderes del PRI en el Congreso, porque su partido perdió la gubernatura por una insensata ofensiva del gobernador Roberto Borge contra Carlos Joaquín, su compañero de partido.

Como muchos presencié el dominio del Tricolor en el Congreso del estado en la mayor parte de las Legislaturas, cuando PAN y PRD lograban la proeza de contar con bancadas dignas en número y calidad. El PRI era el heredero de Quintana Roo y tomaba posesión de la Gran Comisión del Congreso sin esforzarse, mientras el gobernador designaba a su Virrey como si fuese un secretario de gabinete.

Esta nueva era ha provocado el destierro del PRI y el PAN, porque con una diputada no alcanzan a formar bancada y tendrán que sufrir tiempos adversos, sin voto y con voz perdida en el desierto. Así veremos a la priista Candy Ayuso Achach y a la panista Cinthya Millán Estrella, mujeres con talento político.

PRI y PAN tendrán que reconstruir sus fortalezas desde las cenizas, pero en condiciones adversas porque en muchos predomina el desaliento y las ganas de saltar al Verde y Morena, ya que nuestros políticos están acostumbrados a salvar el pellejo, brincando al galeón de los vencedores sin que les importe el qué dirán.

Pero además el Tricolor y el partido blanquiazul están en la miseria, con tres presidentes municipales que ya no son tan suyos o que difícilmente se atreverán a desafiar al ejército de ocupación: Atenea Gómez Ricalde, Lili Campos Miranda y José Alfredo Contreras, de Isla Mujeres, Solidaridad y Bacalar.

Hasta Atenea Gómez envió un mensaje visual este sábado en el Congreso, al preferir un vestido verde y dejar a un lado el azul rey. Un vestido adecuado para el episodio histórico.

En cambio, Verde y Morena nadan en millones y reinarán en Palacio de Gobierno con Mara Lezama.

Son tiempos de hambruna pordiosera para priistas y panistas, obligados a revisar lo que queda de sus ejércitos para ir de nuevo al campo de batalla.

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