Chetumal, 9 de junio.-
Por su suelo blando y en contacto con el manto freático, la parte baja de Chetumal continúa hundiéndose de forma lenta pero constante, lo que ha ocasionado que el pavimento de la zona se fracture, para el sufrimiento de los automovilistas y transeúntes capitalinos.
Aunque la Secretaría de Infraestructura y Transporte ya ha tomado medidas para solucionar los síntomas; es decir, los baches en las calles, no se ha abordado el problema de raíz o intentado una solución de fondo como podría ser el construir calles más resistentes.
El titular de esta dependencia estatal, señaló que cuentan con cuatro millones de pesos para la repavimentación de calles, pero esto no es suficiente para resolver los hundimientos más graves en la capital del estado.
Por ejemplo, tan sólo reparación de la avenida Hidalgo, una de las más dañadas, implica un gasto de hasta 20 millones de pesos, dinero que no está programado.
Eso sí, reconoció que debe atenderse este problema, encargando un estudio geológico para poder obtener un panorama con el que detener el hundimiento de esta parte de la ciudad.
Un estudio que pudiera servir de referencia fue elaborado el año pasado por la Semarnat y el Instituto Mexicano de Tecnologías del Agua (IMTA). En él, se advierte que el manto freático está casi en contacto con la superficie, lo que reblandece el subsuelo y torna fácil de fracturarse por el peso de vehículos.
En este sentido, cabe recordar que la reciente evacuación del centro de la ciudad por presencia de gasolina puso en evidencia la posible existencia de una caverna en esta zona, lo que también implica el peligro de hundimiento.
Por mientras, conductores de vehículos en Chetumal deberán seguir sufriendo daños a sus vehículos al caer en estos persistentes baches, que renacen pese a las repetidos intentos de arreglas las calles.
Fuente: Quequi
