Golpe de Mazo
Novedades Chetumal
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El Congreso local de Quintana Roo, conformado por 25 diputados de los cuales 15 son electos en las urnas y el resto acceden a la curul por la vía plurinominal, encabeza la lista de las legislaturas estatales que más gastan a nivel nacional.
En efecto, nuestra entidad tiene la “distinción” de contar con el Congreso más caro de todo el país, pues su jugoso presupuesto en el 2014 costó a cada quintanarroense 293 pesos, cantidad muy por encima de lo que erogan Campeche (205 pesos) y Yucatán (83 pesos), por mencionar a los vecinos más próximos.
La información de los gastos de las legislaturas locales es seguida y registrada año con año por la consultoría Integralia, que publica continuamente los reportes en su portal de Internet. Sin embargo, en los datos históricos saltan a la vista varios aspectos interesantes.
Por ejemplo, el año pasado no fue el primero en el que Quintana Roo estuvo a la cabeza como el Congreso más derrochador, de hecho ha estado en esa posición de “liderazgo” en gasto per cápita desde 2006, y todo indica que en el 2015 seguirán con la corona, pues incluso se aprobaron un incremento en el presupuesto para el presente año.
En 2014 el presupuesto del Poder Legislativo fue de 447 millones 782 mil 260 pesos, mientras que para este 2015 ejercerán 450 millones 925 mil 031 pesos, un ligero ajuste para paliar los efectos de la inflación, seguramente.
En un claro contraste, Campeche y Yucatán destinan menos de 200 millones de pesos al año para sus Legislaturas locales, mientras que Quintana Roo se codea con los grandes, siendo superado en presupuesto neto por el Distrito Federal, Jalisco, Guerrero, Baja California y Michoacán, aunque con la clara diferencia de que estos estados cuentan con más diputados y con una mayor cantidad de habitantes.
Lo triste del caso es que, a pesar del alto costo para los quintanarroenses, la productividad de la Legislatura quintanarroense es deprimente, debido a la pasividad de los diputados que generalmente trabajan sobre iniciativas emanadas del Ejecutivo, limitándose a alzar la mano en el momento indicado.
Muchos diputados han tenido un desempeño infame, descuidando en exceso sus comisiones y sin presentar una sola iniciativa de impacto. En ese terreno de sofá cama dormitan diputados como Juan Manuel Herrera (PRI), Hernán Villatoro Barrios (PT) y Sergio Bolio Rosado (PAN).
Obligado es el espacio para la autocrítica en todas las bancadas.
