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Se desploman las ventas en rosticerías de Chetumal

CHETUMAL, 23 de abril
Anwar Moguel | Pirata FM

La muerte de un menor de dos años ocurrida a principios de la semana tras haber ingerido pollo en mal estado en una rosticería de Bacalar, ha impactado negativamente a los negocios de este giro en Chetumal, reconoció el empresario y ex líder de la Canirac, Eduardo Pérez Castañeda, propietario de un negocio que vende pollos asados en la capital.

Como se recordará, el pasado lunes la Secretaría de Salud reportó la muerte de un niño de dos años y a 12 personas con graves problemas de salud a causa de la ingesta de pollo contaminado con algún tipo de bacteria, que les causó vómitos y diarrea severa.

A raíz del hecho, la Secretaría de Salud y la Comisión para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), cerraron el negocio denominado “Asadero El Pollo” en Bacalar, y han emprendido una cacería de brujas en las rosticerías del sur del estado.

Pérez Castañeda, propietario del negocio “Pollo Sinaloa” con 34 años de estar en funcionamiento en la capital del estado, pidió a las autoridades de Salud presentar las pruebas y los estudios de las muestras que tomaron del lugar para descartar o en su caso sancionar a los dueños del local, ya que aseguró que quienes se dedican a la venta de pollo saben si el producto está en condiciones de ponerse a la venta o  no, por lo cual no podrían decir que  no se dieron cuenta.

El ex dirigente empresarial comentó que la publicidad negativa derivada de esta noticia  ha provocado una caída de las ventas,  ya que de 25 a 30 pollos asados que venden en promedio todos los días, en la última semana a duras penas han logrado vender cinco pollos, lo que los mete en aprietos para mantener en pie sus negocios.

Por esa razón, urgió a las autoridades a que realicen un trabajo serio y que informen a la ciudadanía de los avances y los negocios que presentan anomalías, puesto que este tipo de información lesiona gravemente a los comercios establecidos que funcionan correctamente.

Respecto a la cacería de brujas emprendida por la COFEPRIS contra restaurantes, asaderos, bares y lugares donde se vende comida en el sur del estado,  el empresario chetumaleño señaló que estas verificaciones deben realizarse de manera continua, y no esperar una tragedia para reaccionar.

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